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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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-BAEZA: IGLESIA DEL SALVADOR- |
UTM 30T 459011 4205165 |
Partiendo de la monumental plaza de el Pópulo, por la calle Platería y tomando a la izquierda por la calle de la Iglesia nos encontramos con la parroquia de El Salvador. Es el centro del barrio llamado de la Peñuela, situado extramuros al noroeste de la ciudad.
En 1311 aparece mencionada en la distribución de las parroquias de la diócesis en arciprestazgos. En 1383, el prior de El Salvador de Baeza aparece como testigo y albacea en el testamento de D. Nicolás de Biedma. En 1402 aparece mencionada en relación con los beneficios que se añaden a la colegial de Santa María del Alcázar, a costa de tras parroquias. Atendiendo a estos datos , se cree que en 1311 el templo si no estaba totalmente construido, estaría en avanzado estado de edificación.
A principios del S XVI se inicia la construcción de una gran basílica que englobaba a esta iglesia y que , una vez acabada , supondría su derribo. Por falta de fondos, sólo se construyeron los cuatro grandes muros maestros; el derribo no se produjo, pero su fábrica quedó afectada porque se suprimió el último tramo de las tres naves; la nueva iglesia sería más corta.
En el s XVII, siguiendo las corrientes estéticas del momento, su interior se vio transformado: la techumbre de madera fue cubierta por falsa bóveda de yeso; los arcos apuntados, convertidos en medio punto con relleno; los capiteles picados para que agarrase el yeso de la bóveda. Así permaneció hasta las últimas restauraciones efectuadas en el S XX.
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Ante el estado avanzado de ruina en 1968 y 1975 se acometen las obras, que iniciadas por el obispado y continuadas por la Dirección General de Bellas Artes hasta el final, devuelven al templo, en la medida de lo posible, su primitiva estructura. En palabras del profesor Lázaro Gila Medina " Intervención que si en líneas generales ha sido certera, en algunos detalles muy puntuales se han cometido algunas alteraciones que en conciencia no debemos callar. La primera, y más grave, ha sido convertir los accesos a las capillas que se abrirían con posterioridad a la construcción del edificio y en la nave lateral izquierda, en grandes ventanales. Los de los extremos si son antiguos accesos a capillas particulares, mientras los dos centrales se han abierto ahora a imitación de los dos más antiguos. La segunda en importancia ha sido abrir , en el muro lateral derecho, una serie de ventanas similares a las existentes en la vecina iglesia de santa Cruz. Se trata de estrechos vanos apuntados de poca abertura , con un delgado bocel a partir de las impostas que están sin señalar. Todo esto hace que el templo goce de un extraordinaria luminosidad, que confunde al visitante y le sumerge en la más profunda sorpresa si no sabe que es fruto de la última restauración. Lo demás creemos que se ha hecho bien." Realmente es una sensación muy extraña la que se experimenta al traspasar la puerta de este templo. La luz intensa que lo ilumina es un anacronismo en una iglesia de estas características (Imagen 8).
En el muro sur y coincidiendo con el quinto tramo de las naves, se abre la portada en un cuerpo saliente. Posee un aparejo regular , contrastando con la del resto del edificio . Es abocinada y presenta tres arquivoltas apuntadas que apean en tres pares de columnas acodilladas apoyadas en un plinto. En el tejaroz no aparecen canecillos, sino una simple moldura en forma de caveto (Imagen 1).
La dos arquivoltas exteriores son de bocel y la tercera presenta moldura de media caña decorada con motivos vegetales de talla muy plana. En algunas dovelas (que ya no tienen la disposición radial románica, como corresponde a la época) aparece un tallo vegetal, en otras el tallo está rematado un brote nuevo en forma de yema o muñón y en las restantes son cabezas humanas algunas de forma ovoide como las descritas en la iglesia de San Juan. La portada está rematada con un guardapolvo con decoración vegetal (Imágenes 3, 5 y 6).
Los fustes de las columnas son monolíticos y los seis capiteles corintios muy voluminosos. Esta es la razón de que las columnas resulten desproporcionadas. Las palmetas que los decoran poseen un incipiente naturalismo gótico. Una imposta corrida con decoración vegetal parte del arco interior, funciona como cimacio de las seis columnas ,trasdosa la arquivolta más externa y muere en la unión del cuerpo saliente con el muro. Hay que hacer notar que la decoración de la imposta de cada lado es diferente (Imágenes 2 y 4).
En la jamba izquierda de la portada se encuentra una inscripción con letras góticas que dice: "Juan de Cárdenas me fizo" (Imagen 7). Hay distintas hipótesis si esta portada fue hecha para este templo o fue adosada a él posteriormente. Es cierto que estilísticamente no concuerda con el resto del edificio, pero pudo ser encargada a un maestro cantero ajeno al constructor de la iglesia, cosa muy frecuente en el mundo de la arquitectura. Si fue trasladada, lo tuvo que ser con anterioridad a 1850, año en que Pi y Margall publica su obra en la que hace una pormenorizada descripción de la misma.
En el S XVI, en tiempos del Obispo D. Esteban Gabriel Merino, se añade a poniente del muro sur una sencilla torre de buena cantería.
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Es un templo de planta basilical de tres naves separadas por siete pares de columnas que las dividen en ocho tramos y el primer soporte son dos sencillo pilares cruciformes. Es un rectángulo de 35'8 m de largo por 11'8m de ancho (Imagen 12).
El presbiterio se cubre con bóvedas esquifadas de ladrillo y van separadas entre sí por arcos formeros y de los restantes tramos de las naves por arcos perpiaños , mayor el central que forma un auténtico arco de triunfo, descansando en los pilares cruciformes. Esta zona fue imposible de fotografiar porque el sacerdote se encontraba en ella preparando en unión de los padres las Primeras Comuniones del siguiente domingo (Imagen 9).
Las tres naves poseen cubierta de madera. En la central de par e hilera con tirantes y en las laterales con faldones a su vertiente. Aunque quedan algunos vestigios en la nave central, casi toda la cubierta es totalmente nueva. Las columnas poseen fustes de tambores lisos y los capiteles llevan como única decoración unas molduras esquinadas , en forma de gota rasgadas lisas (el de la última columna de la izquierda es el original; el resto son nuevos hechos en la restauración tomándolo como modelo). Sobre ellos los arcos apuntados y el muro de apeo de la cubierta. La altura de las columnas confieren a este templo de elegante esbeltez (Imagen 8).
Los pilares cruciformes poseen un capitel de una sola pieza para las cuatro semicolumnas adosadas. Aparecen decorados con palmetas parecida a las hojas de vid, con gran estilización y simetría (Imagen 10). Sólo se conserva uno de los originales. A mi juicio es el de la derecha (Imagen 11).
(Fotografías y texto: Carmen Baena Yerón
Diseño y mantenimiento web: "romanicoaragones.com")