Ocupando el ángulo nordeste de la cabecera hay un capitel, el número 7 de esta imagen. Muestra un ave delicadamente labrada, con gran detalle en su plumaje y las ya habituales marcas de trépano perfilando algunas zonas. Las garras toman el collarino. Lamentablemente la cabeza ha desaparecido. Fue rebajada para poder adaptar en su momento un retablo moderno. Las imágenes 1 a 3 lo documentan.

Fue mosen Benedicto quien me mostró que en la zona alta del ala del ave hay una inscripción, que me había pasado desapercibida. Gracias a la luz tangencial de mi polivalente linterna de mano pude hacer emerger las letras que la componen: "FALCONORIOL". Halcón Oriol. Inscripción de importancia ya que bajo esa misma forma en que aparece en la epigrafía la he encontrado en los buscadores como el rey de las aves dentro de la obra literaria "Calila y Dimna" cuya traducción al castellano en tiempo de Alfonso X el Sabio data de 1261. Dato importante como intentaré razonar más adelante.

Flanqueando la ventanita de la cabecera hallamos dos capiteles algo menores de tamaño. Corresponden a los números 8 y 9 de esta imagen y los documento en las imágenes 4 y 5. En el primero vemos dos leones a los que les falta la cabeza. Frente a ellos una sirena que aparenta a primera vista ser de doble cola; pero cuando se mira el lado interno del capitel se puede advertir que lo que sujeta con su mano derecha no es una segunda cola sino un pez, como las del capitel 2. Delicada labra y además, epigrafía por fuera de su cola en la que podemos leer "SERNA", identificándola. Lo cierto es que su aspecto es evidente, así que si se epigrafía el nombre, al igual que se hace con las arpías debe de ser para no confundirlas entre si.

En el arquillo anterior del lado sur de la cabecera hallamos los capiteles de las imágenes 6 y 7 (10 y 11 de esta imagen.) El primero se decora con triangulitos rematados en bolas y el segundo posee roleos vegetales adornados con bezantes, y una cabecita de león en su ángulo.

El capitel "doble" de las imágenes 8 a 10 (12 y 13 de esta imagen) son en realidad dos capiteles diferentes, incluso en el tamaño de sus cestas. El mayor de ellos es diferente a lo visto en el ábside. Su labra es sencilla. Parece de otra mano y creo que puede ser de mayor antigüedad que el resto, procedente de un templo previo. De una cabecita en su ángulo surge una serpiente/dragón que se enrolla sobre si mismo y escupe fuego por la boca.

El otro de los dos capiteles es también de labra más sencilla. Motivos vegetales adornados con figuras geométricas, bolas, en ocasiones triples lo acercan más a lo "mateano" y a la desaparecida portada occidental.

Las imágenes 11 a 14 muestran el capitel 14 de esta imagen. Es un capitel esquinero probablemente de portada reutilizado aquí. Muestra a dos arpías. Una de ellas está deteriorada en su cara. La otra está integra y muestra una labra clásica magnífica.

En una cartela del ángulo del capitel el escultor epigrafió el nombre de esos seres: "ARPIA". Es habitual referirse a sirenas cuando se trata de sirenas-pájaro, las originales, aunque por extensión se aplica a las sirenas-pez. El artista de Breixa nos muestra bien a las claras su opinión: esto son arpías y las de cola de pez, sirenas. Como en otras epigrafías, hay que recurrir a la luz tangencial para revelar la inscripción (Imagen 14).

El capitel de las imágenes 15 a 19 (15 de esta imagen) es también esquinero. Tiene una peculiaridad que lo hace diferente y único. Sería un capitel como muchos otros por su cesta: decoración vegetal con bolas y una cabecita de león asomando; un poco al estilo de este: (Ver Capitel) situado en el número 6 de la imagen general. La diferencia está en que por encima del collarino el escultor labra dos figuras felinas con el lomo sobresaliendo hasta donde le dio el sillar en el que lo labró. Dos animales que sobresalen de forma desmedida, cobrando protagonismo desde la base del capitel.

Hay que fotografiarlo desde abajo, en contrapicado, como he hecho en las imágenes 18 y sobre todo en la 19 para apreciar la delicada labra de estos felinos agarrados al collarino del que parecen salir en horizontal. Son leoncitos de picudas orejas, que una vez localizada la obra Calila y Dimna, podrían aparecer como los dos lobos cervales o linces, conductores de muchos de los diálogos de esta obra literaria.

Por fin, el más celebrado y conocido de los capiteles del templo es el mostrado en las imágenes 20 a 24, localizado con el número 16 en la imagen activa. En los laterales aparecen un leoncito y una arpía respectivamente. La arpía está identificada por una poco evidente epigrafía, que resalto en la imagen activa 22: pasando el cursor sobre ella se resalta la misma.

En el frontal hay una escena magnífica. Una pareja de centauros miran al infinito. El de la izquierda posa su mano en la grupa mientras que con la otra se estira del cabello. El de nuestra derecha sostiene el arco, mientras prepara una flecha para armarlo y asaetear a la arpía del lateral. Por si quedaba alguna duda, el escultor escribe: "SAGITA(R) -RIOS". Comenzó a escribir la "R en la zona superior del arco y como vio que no le cabría la inscripción, abandonó y siguió en la zona inferior con las letras "RIOS".

Los detalles de la escultura y los orificios de trépano resaltando la anatomía de las bestias le dan un toque excepcional.

En definitiva, es un templo excepcional por el hecho de que un escultor desconocido en Galicia llega hasta él y lo transforma reutilizando piezas de un templo anterior, no dudando en rebajar zonas de capiteles para adaptarlas a los arcos, como en el caso del leoncito del lateral del capitel de la imagen 21 al que amputa una pata la chambrana del arco.

¿De dónde saca la inspiración el artista? Yo entiendo que a la vista de lo que labra y epigrafía de dos fuentes clásicas: el bestiario y también el la obra literaria Calila y Dimna. A esa conclusión llego a través de la definición del "Falcon Oriol" rey de las aves que aparece en el mencionado libro, cuyos conductores de diálogos son dos linces; los que aparecen el el capitel de la imagen 19. El texto de Calila y Dimna procedente de un texto hindú se extendió por toda Europa y fue traducido al castellano. En el mismo se hace referencia al rey como "infante" por lo que se sitúa su traducción a antes de la coronación de Alfonso X, coronado en 1252. El libro se data hacia 1261, por lo que esa sería la fecha ante quem para la labor del "maestro de Breixa".

Templo original al modo hispano-visigodo, de cabecera plana semejante al cercano de Ansemil, que en algún momento se arruinó y fue rehecho con la colaboración del maestro de Breixa que dejó en el su impronta y que reutilizó elementos de mayor antigüedad procedentes del templo anterior. Sobre ello aún hay una tercera remodelación. En ella pierde el hastial y la portada occidental que se rehace al modo moderno y parte de sus elementos "mateanos" se acomodan a lo existente.

La imagen 24 es interactiva. cliqueando sobre cada zona coloreada se accede al respectivo capitel.

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