En el muro sur los registros sucesivos
que hallamos ocupando en diferentes niveles eran ya conocidos, existiendo
discordancias en cuanto a su datación con tendencia hacia el gótico
lineal, a excepción de Serafín Moralejo que les daba cronología
del siglo XII vinculándolas con motivos del centro y oeste de Francia.
De arriba a abajo podemos encontrar a los
tres Reyes Magos a caballo (Imagen 6), la parábola
del rico Epulón y el pobre Lázaro, que sería repetida
en la escultura en un capitel
muy próximo (Imágen 7) y la resurrección
de Lázaro, parcialmente oculta por una pintura moderna de Santa Bárbara
(Imágenes 8 y 9).
Son pinturas de buena calidad aunque
muy perdida su pigmentación; pero ante la conservación de
algunas zonas de lo aparecido en la bóveda tanto en estilo como en
colorido, quedan eclipsadas.
El lado este de la bóveda alrededor
de su vano (Imagen 10), es la zona en que las pinturas aparecidas
tiene peor calidad y aun así hay detalles de gran interés.
En altura, a ambos lado del vano hay dos grupos de tres personajes cada
uno (Imágenes 11 y 13). El propio vano se decora
con una filigrana vegetal muy bella (imagen 15) y la cara
interior de las dovelas del arco toral posee grecas lineales.
A nuestro lado izquierdo del vano aparece una figura orante
que señala un área epigrafiada. Lamentablemente perdida en
su mayoría deja algún apunte de interés como el leído
por Castiñeiras: (BERNA)RDVS : SCVLPSIT : IMMAGIN(ES).
Piensa el mencionado autor que la traducción equivale a "Bernardo
grabó estas imágenes", lo que le da pie para lanzar una
hipótesis según la cual este Bernardus pudo haber sido el
tesorero de la catedral de Santiago y director del proyecto del Tumbo A
y de la propia obra catedralicia desde 1129 del que se sabe recaló
en Mondoñedo hacia 1134, Especula Castiñeiras con la posibilidad
de que estas pinturas puedan ser fiel reflejo de las que decoraron la catedral
de Santiago y que con la llegada a Mondoñedo de Bernardus fueran
"repetidas" aquí.