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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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-ALMAZÁN. IGLESIA DE SAN MIGUEL- |
  UTM 30T 539846 4593096 935 m. |
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Almazán es una de las villas más pobladas de Soria. Cuenta con unos seis mil habitantes y su pujante actividad industrial orientada sobre todo hacia la fabricación de muebles le augura un futuro estable. Se sitúa al sur de la capital, distante en línea recta unos treinta kilómetros de aquélla. Su emplazamiento sobre la orilla izquierda del Duero le proporciona una posición privilegiada y una fértil vega. Río Duero que tras rodear Soria originando la ballesta, desciende hacia Almazán a partir de donde toma ya decidido la dirección del sol poniente en busca de su destino atlántico componiendo frontera natural o marca (superior) con respecto al Islam. Fue fundada por Abderraman III que le dio nombre ("El fortificado") en tierras de frontera, cambió de signo en varias ocasiones. Alfonso VI la reconquistó en 1098. Pero sería Alfonso I el Batallador, rey de Aragón quien la repoblase y fortificase en 1128 como resultado de sus luchas con Alfonso VII de Castilla. Tierra de frontera. Tierra de conflictos. Interfase de culturas que pasado el tiempo sedimentan, quedando lejos el ruido de lanzas y conservando lo mejor de cada una de ellas. Su notable islamización dejó muestras evidentes en sus edificios singulares.
Aquí nació Diego Laínez (1512-1565) General de la Compañía de Jesús quien sucediera a su muerte a su fundador San Ignacio de Loyola. Fue en esta ciudad donde se fundó la Orden de Calatrava en 1158. También fue el lugar elegido para firmar la paz entre castellanos y aragoneses en 1375, siendo los respectivos monarcas Enrique II y Pedro IV, respectivamente. Hechos señeros en la historia de una villa medieval que conserva buena parte de su sabor tradicional, algunos restos de sus murallas y puertas de acceso y varios edificios románicos de entre los que sobresale la iglesia de San Miguel que a continuación veremos (8 de agosto de 2007).
El templo se halla sobre un cortado dominando el Duero, próximo al extremo nordeste del recinto medieval. En la actualidad mide unos 33 metros de longitud. Se orienta al este y es notable la desviación de su cabecera con respecto al eje del templo. No es circunstancia excepcional esta desviación en los templos románicos, pero en ninguno como en éste se manifiesta en un grado tan acusado (Imagen 15). Se han invocado causas orográficas como la proximidad del Duero y la adaptación al terreno; pero también motivos de calado ideológico, como la evocación de la cabeza de Cristo lateralizada tras su agonía y aquí representada en planta. Sea como fuere, lo cierto es que el eje se desvía de forma claramente perceptible desde el interior del templo.
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El templo data del mediados del siglo XII. Su edificación se inicia tras la conquista de la villa por Alfonso I el Batallador en 1128 antes de que el monarca aragonés iniciara la fortificación de la misma. De la época románica resta su cabecera, el primer tramo de las naves y el cuerpo inferior de su torre, que alzándose sobre el primer tramo de la nave central le confiere carácter de transepto, aun cuando este no exista. El resto de la nave, torre y galería adosada al sur, así como la puerta de acceso en el muro meridional bajo la misma, son de época posterior. La cabecera, edificada en buena piedra sillar escuadrada y ajustada al igual que el resto de obra románica, consta de presbiterio y cilindro absidal, bien delimitados por las dos semicolumnas adosadas más posteriores (Imágenes 1 y 2). Otras dos semicolumnas alzadas asimismo desde elevado plinto en talud segmentan el cilindro absidal en tres lienzos (Imágenes 2 y 6), cada uno de los cuales se centra por ventanal rehundido, aspillerado y decorado por medio de arquivolta decorada con capiteles columnillas y basas (Imágenes 10 a 14).
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Bajo la cornisa de esta cabecera, sustentándola, hallamos una elaborada decoración a base de sucesión de arquillos ciegos de aspecto trilobulado gracias a tres resaltes con forma de rollo cada uno (Imagen 8) que apean en ménsulas decoradas con rollos de tradición islámica y que proporcionan al conjunto una sensación de cuidado festón decorativo (Imágenes 6 y 7). Sobre las semicolumnas mencionadas se elevan capiteles decorados con temas vegetales que suplen a la correspondiente ménsula. Sobre ellos, los arquillos se han calado formado un dibujo de cruz con sus extremos rematados por círculos (Imagen 9).
El octógono de la torre que se eleva sobre cubiertas mantiene el estilo decorativo visto en la cabecera; pero en clave más sencilla, probablemente más tardía. Vanos apuntados con decoración polilobulada simulada por rollos y festón de arquillos apuntados apeados en ménsulas que remedan las que veremos al interior descargando los arcos de la elaborada cúpula (Imágenes 2 y 3).
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Los biseles de sus vanos absidales son achaflanados y se han decorado en los medios puntos con decoración de panal de abejas o entrelazos, al igual que la arquivolta situada en el rehundido del vano. Capiteles y ábacos lucen variada decoración. Algunos de ellos muestran entrelazos, una cabeza de fiera, dos seres demoníacos apresando a un tercero descabezado y un simio onanista censurado, respectivamente (Imágenes 10 a 14). Gracias al programa de "En verano abrimos" de la Junta de Castilla y León, me fue posible visitar el interior del templo sin problemas.
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