Ya hace algún tiempo que conocí al profesor Javier Hernández de la Universidad de Valencia, nada menos que a las puertas de San Pedro el Viejo de Huesca. Hablamos de mil y un temas de románico y acabó conminándome a visitar el castillo de Alcañiz, que se me había pasado por alto y que guarda vestigios románicos de notable importancia. Luego volvimos a coincidir en Valencia, fotografiando una recóndita portada con ciclo de capiteles dedicados al martirio de San Vicente, copatrón de Huesca. Una amiga común estaba muy interesada en esa portada y en esas imágenes para su trabajo académico y la cara que puso al oír de boca del mosen que no era visitable (tras toda la noche de viaje de tren en tren) fue acicate suficiente para que ambos sin dudar saltásemos ventanas, caminásemos por tejados y trepásemos y destrepásemos andamios... a pesar de no adornarnos aptitudes ni figuras atléticas; pero en fin, nobleza obliga y acudir en ayuda de la dama era obligado, sin parar en minucias.

Bueno, que me despisto. La cosa es que hice caso a Javier y el día 22 de marzo de 2012 me alojé en el Parador Nacional existente en dicho castillo para poder recorrer y fotografiar esta bello lugar que tantas sorpresas guarda en su interior y que si te animas a continuar te iré mostrando a través de mis imágenes.

Mi agradecimiento a la gente de la Oficina de Turismo de Alcañiz (Ana Rosa y Daniel) que me facilitaron la visita a este lugar y a las pinturas existentes en el ayuntamiento. A pie de pagina ofrezco enlace de la web de la Oficina de Turismo, teléfono y correo electrónico por si os animáis a visitar el lugar.

Alcañiz es capital y sede de la comarca del Bajo Aragón. Cuenta con 16.000 habitantes y se ubica al sudeste de Zaragoza a unos 90 kilómetros de la misma. El caserío se extiende alrededor de una elevación natural rodeada casi por completo por el río Guadalope y coronada por la fortificación de la que trataremos y cuya historia se pierde en tiempos de la romanización del territorio. Esta tierra fue reconquistada por Alfonso I el Batallador quizá hacia 1120 a raíz de las conquistas de Calatayud y Daroca. Lamentablemente este territorio ganado se pierde tras el desastre de la derrota que sufre El Batallador en Fraga en 1134 y no será de nuevo cristiana hasta que Ramón Berenguer IV la tome definitivamente en 1157. No hay evidencias de que existiese castillo en tiempo del Batallador y el hecho fundamental para que surja como tal, es la cesión de villa y castillo a la orden de Calatrava por parte del rey Alfonso II, primer monarca de la Corona de Aragón.

Obligado es hacer mención al gesto heroico que dio origen a la Orden de Calatrava, primera orden militar hispana. Alfonso VII de Castilla tomó la plaza de Calatrava a los árabes en 1157 confiando su defensa a la orden del Temple quienes ante el avance islámico la devolvieron al monarca por no poder defenderla. El rey ofreció la plaza a quien estuviese dispuesto a defenderla. Lo sorprendente es que quien dio un paso al frente fue nada menos que el abad del monasterio cisterciense de Fitero, Raimundo Serrat, asesorado y acompañado por otro monje (Diego Velázquez) quien antes de profesar había sido militar. El rey castellano hubo de aceptar la oferta donando Calatrava en 1158. El abad de Fitero y fray Diego Velázquez consiguieron reunir un ejército de más de 20.000 monjes y soldados lo cual fue disuasorio para el intento de toma por parte de los árabes.

En 1179 sería Alfonso II el que cediera el castillo de Alcañiz a la Orden de Calatrava como recompensa a sus servicios en la reconquista. Así pues no es de extrañar el hecho de que el estilo edificativo de lo que aquí encontraremos sea cisterciense; de finales del XII o principios del XIII

Hay además un hecho excepcional cual es la magnífica decoración pictórica realizada en estilo francogótico o gótico lineal y que decora el atrio del templo así como la primera planta de la llamada torre del homenaje alzada sobre éste. A pesar de ser arte de época posterior al momento románico, lo considero de suficiente entidad como para dedicarle un amplio espacio en este trabajo. No es frecuente poder observar la estampa de un rey aragonés a caballo (Jaime I el Conquistador), orlado de sus galas y señales, encabezando a sus nobles en el momento de la toma de Valencia (Imagen 6).

Las imágenes 7 a 9 muestran plantas del castillo antes y después de la restauración y conversión en Parador Nacional de Turismo, así como vista aérea obtenida del Sig Pac. Románico, gótico, renacimiento y barroco se mezclan armónicamente en esta estructura defensiva cuyo planteamiento inicial rompió con lo que hasta ese momento se hacía en castellología.

Superó la forma de ser edificadas las fortalezas románicas a base de recinto amurallado, capilla y donjon; evolucionando hacia lo que en 1200 se estaba llevando a cabo en Europa: planta regular rectangular flanqueada por torres defensivas, paso de ronda y patio interior al que abren las dependencias. Dos son los castillos que en Aragón adoptan este nuevo modo de hacer: Alcañiz y Sádaba.

El ángulo nordeste del recinto lo ocupa la iglesia con el claustro adosado a su muro sur y el torreón gótico edificado sobre el atrio del templo (Imágenes 11 a 13). Adosada a la cabecera del templo se alza la torre de Lanuza. Tanto en esta como en otros lugares del castillo destaca la cruz flordelisada en sus extremos, emblemática de la Orden de Calatrava (Imágenes 14 y 15)

Las imágenes 16 a 18 muestran el lado norte de la iglesia cisterciense de la fortaleza. Como se ve su aspecto es tremendamente sobrio, como es lógico tanto por el estilo al que pertenece como por el hecho de ser parte de la zona perimetral del castillo. A destacar la existencia en el basamento ataludado de elementos reutilizados como los señalados en la imagen 17. Pueden tratarse de piezas de una portada decorada con baquetón -los dos superiores- y de un medio punto de un vano aspillerado reutilizados como piezas constructivas. Pudieran ser elementos de una edificación previa (?)

El torreón gótico se ubica a poniente del templo. En su planta baja abre la portada original de la iglesia -dedicada a María Magdalena- y sobre ella hay dos plantas más góticas y una última, moderna (Imágenes 19 y 20).

El parador de Turismo fue inaugurado en 1968. Edificado sobre el palacio barroco del castillo, monumento histórico artístico desde 1925, es sin duda un lugar privilegiado para conocer este singular enclave.

Parte de la información concreta vertida en este trabajo la he estractado de diversas fuentes de entre las que destaco: "El castillo de Alcañiz". Cartillas Turolenses Nª 19. 1998. F.J. Jiménez Zorzo, I, Martínez Buenaga, J.A. Martínez Prades, J. M. Rubio Samper. También los paneles informativos situados en el propio recinto o los encartes de la Oficina de Turismo de Alcañiz.

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