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La galería presenta tres arcadas de tres arcos de medio punto cada una y una gran arco de entrada que logran que sea un pórtico luminoso y alegre. A la izquierda del arco de entrada, aparecen dos tramos de arcadas con tres arcos cada una, separadas entre sí por ancho pilastrón de sillar. A la derecha otra arcada de tres arcos, quedando el último medio oculto en el muro del crucero. Los extremos de las arcadas apean en pares de columnas adosadas con capiteles decorados con motivos vegetales, siendo sencillas pilastras las que sostienen los arcos centrales. Dos arcos cierran el atrio por poniente (Imágenes 2, 3 y 4).Posiblemente esta galería fue modificada en el S XVI sustituyendo buena parte de las columnas pareadas por los actuales pilares.

Los canecillos que rematan el pórtico son de ruda labra y están decorados con caras humanas y animales (Imagen 5).

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Pero lo que verdad sorprende en Beleña , justifica la visita y merece un rato contemplándola : es su portada. (Imagen 7).

Se encuentra en un cuerpo avanzado y la forman cuatro arquivoltas , siendo la externa e interna de arista viva descansando en lisas jambas. La segunda de baquetón liso y es en la tercera donde aparecen en sus dovelas esculpidos las representaciones de los meses del año o mensario, simbolizados por tareas agrícolas o escenas costumbristas. Es una de las muestras de este tipo más interesantes y convierte a Beleña en un valioso ejemplar y joya del románico.

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Las arquivoltas centrales apean en columnas acodilladas con capiteles figurados. Los de la izquierda son de difícil interpretación. Hay quien lo hace como Adán y Eva tras el pecado original y el siguiente, un diablo cornudo y con cabello crispado que atormenta a un pecador (Imagen 8).
En los de la derecha, vemos a las tres Marías en el interno y el sepulcro de Jesús abierto y los soldados caídos, en el externo (Imagen 6).

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Mensario: Se inicia con un ángel rudimentario que simboliza el Bien (Imagen 9) .En enero, un hombre hace la matanza del cerdo; en febrero, un viejo se calienta ante una fogata; en marzo, un campesino poda los árboles y arbustos (Imagen 10 ); en abril, una joven lleva en sus manos ramos de flores; en mayo, un caballero con un halcón en su mano anuncia que se inicia la época de caza (Imagen 11); en junio, un agricultor se dedica a la escarda ; en julio, el segador (Imagen 12 ); en agosto, la trilla; en septiembre, se recogen los racimos de uvas y se echan a un cesto ; en octubre, se vuelca el vino de un odre a una gran cuba (Imagen 13); en noviembre, el labrador ara el campo otoñal y en diciembre, ante una bien provista mesa, celebra la Navidad. Se remata el mensario con un rostro de labios abultados, pelo rizado y rasgos negroides que simboliza el Mal (Imagen 14).

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En este calendario llama la atención la representación de enero y diciembre que aparecen cambiados. Diciembre, seria la matanza ; enero, el hombre sentado ante la mesa bien repleta. En la página www.aache.com/docs/belena.htm, que recomiendo, el Profesor y Doctor D. Antonio Herrera Casado en su artículo "El Calendario románico de Beleña de Sorbe, publicado en la revista " Traza y Baza "(Cuadernos hispanos de simbología. Arte y Literatura nº 5 .Universidad de Barcelona 1972) dice: "El problema, pues, es bien sencillo: el diseñador y escultor realizó la representación de los meses con arreglo al códice tradicional por él conocido. Fue después cuando en un descuido suyo, el obrero encargado de colocar las dovelas trastocó estos dos meses. No tiene mayor importancia".

El románico de Guadalajara, merece que los amantes de este arte se pierdan por sus pueblos y disfruten del encanto de sus iglesias prácticamente desconocidas.