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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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-EL MAESTRO DEL TÍMPANO DE CABESTANY- (La personal obra de un escultor-peregrino y su taller) |
He de reconocer que hasta hace no mucho tiempo desconocía a este genial escultor que conocemos bajo el sobrenombre de "El Maestro del Tímpano de Cabestany". Algunas imágenes de Carmen Baena y de Javier Tosca así como sus descripciones lo situaron ante mis ojos y mis inquietudes.
Es tanto lo que me queda por ver y por aprender que todavía tengo en mi alma la ilusión del niño que desea conocer; pregunta a veces hasta molestar y se ilusiona con lo que va apareciendo ante sus ojos. Elementos, formas e ideas que quizá otros más cuajados las den como ya sabidas. Desde mi desconocimiento saboreo los detalles como si cada uno de los mismos fuese un descubrimiento. Busco el ángulo, la luz -a veces difícil por los fluorescentes situados en las peanas- y capturo imágenes que serán más tarde ideas y detalles que lanzaré a la red para que tantos otros puedan descubrir o "repasar" a través de mi objetivo.
La iniciativa del MNAC de organizar esta muestra de "El Románico y el Mediterráneo" ha sido sin duda todo un acierto.
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El tímpano de Cabestany procede de la iglesia dedicada a Santa María en esa localidad francesa poco al sur de Perpiñán. Debió de decorar la portada situada al sur del templo primitivo y al rehacerse el mismo se reutilizó, quedando empotrado en él. De esta forma se lo describe en 1932.
José Gudiol, pionero de los amantes del románico, lo redescubre en 1944 y lo relaciona con otro conjunto escultórico perteneciente a la iglesia de Errondo en Unciti (Navarra), poco al este de Pamplona. Se trata de un tímpano que pasó en 1941 a manos de anticuarios, fue adquirido en 1965 por el Metropolitan y posteriormente recaló en el Museo de los Claustros de Nueva York, donde permanece.
Gudiol acertó a reconocer las notables similitudes de ambas piezas que sacaban de las sombras a quien el bautizara con tan buena fortuna como "El Maestro de Cabestany". Su estilo se reconoce en piezas muy dispersas: Navarra - Aquitania - Cataluña - Toscana, lo cual para Antonio Milone apunta a que esta obra se deba a un grupo de monjes o conversos benedictinos especializados en la escultura. Auténticos peregrinos que en sus rutas hacia lugares de culto recalaban en diversos lugares donde dejaron su obra.
Las obras que componen su "corpus" son estas: Tímpano de Cabestany, sarcófago de Saint Hillaire, portada -desaparecida- de San Pere de Rodas, ménsulas del ábside de San Papoul, tímpano y arquitrabe de Echano, fuste de columna de San Giovani in Sugana y el capitel de San Antimo. También pertenecientes a su taller, el portal de el Boulou, los capiteles del Prato, las ménsulas de Villaveta y un capitel del museo de Narbona.
Se trataría pues de un pequeño taller itinerante que colabora en la ornamentación de templos en los que no tienen ninguna responsabilidad en su planteamiento y edificación. Esta idea es importante y novedosa, puesto que hasta ahora la catalogación de edificios se ha basado sobre todo en el estilo de su decoración, dejando tan en segundo plano la arquitectura pura y dura del mismo que pareciese carecer de importancia. Habrá que escuchar algo más a los arquitectos que a los teóricos del arte de cara a reconocer la obra de esos constructores de templos. ("El Maestro de Cabestany: notas para un replanteamiento". El Románico y el Mediterráneo pp.: 181- 191).
Cronológicamente se le atribuye un horizonte que encajaría en la segunda mitad del siglo XII.
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La pieza mide 205 x 22 x 84 cm. Es de mármol blanco y probablemente fuese reutilizada, como otras de este maestro, a partir de materiales de origen romano. Quizá a ello se deba su irregular forma en su convexidad así como la labra al lado izquierdo de la primera de las dovelas del arco perimetral, incluida en la misma.
Este taller tiene unas cuantas características que permiten identificar su obra. De entrada llama la atención el hecho de que vuelven la vista hacia modelos clásicos, tanto en el uso del mármol, como en la influencia de las decoraciones de sarcófagos paleocristianos. Ello no es novedad. Baste recordar la influencio del sarcófago de Husillos en la escultura de Frómista, por ejemplo.
En lo formal, llama la atención el tratamiento de las caras, esculpidas a modo de diedro muy agudo rematado en la arista con la nariz. Caras y cabezas que de esta manera adoptan un aire un poco "animalesco" por lo alargado de su macizo facial. Los ojos son también elemento clave: señalados cada globo mediante tres orificios de trépano sirviendo en central -en ocasiones conservando todavía el plomo que realzaba la pupila, mientras que los laterales, ampliados remarcan el ojo que aparece como una verdadera bola. Ojos que además tienen una notable oblicuidad en su situación. Y además las manos. Largas, grandes, estilizadas, a veces mostrando las palmas al frente, otras adosadas al cuerpo o sustentando mandorlas. Si repasáis las imágenes ampliándolas encontraréis todos esos detalles.
El tímpano de Cabestany es sin duda un mensaje labrado en piedra cuyo protagonista es la Virgen. En el mismo se suceden tres escenas y en todas ellas aparece María. Cristo en Majestad centra el tímpano, como no puede ser de otra forma en esta forma de pensar jerarquizada en lo celestial. Pero el elemento que conduce las diferentes escenas es sin duda María.
A nuestra izquierda, la primera de ellas muestra a María saliendo resucitada del sepulcro y recibida por Cristo mientas que a los lados, Pedro y Juan flanquean la escena (Imagen 3). Centra el tímpano Cristo en Majestad flanqueado por María que muestras sus manos abiertas, y Tomás que sujeta el cinturón de la Virgen, elemento que vino a sacarlo una vez más de sus continuas dudas (Imagen 4). Por fin, a nuestra derecha, María es transportada por ángeles en una mandorla hacia los cielos mientras dos de ellos la inciensan. Llama la atención la cara de María, con los ojos cerrados -está muerta o quizá dormida- (Imagen 9).
Las imágenes 6 a 13 corresponden a detalles de este bello tímpano. Si cliqueas sobre ellas podrás apreciarlas a buena resolución para poderlos disfrutar.