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La capilla fundacional de la catedral
de Santiago, dedicada a San Salvador, ocupa la posición
más al este de la girola, justo tras el lugar donde se ubica
la tumba apostólica. Desde su embocadura se puede ver
una estrella al frente que indica el lugar dónde se halla la
citada tumba (Imagen 9).
Esta capilla es una de las primeras
obras de la fábrica en 1075 del templo diseñado e iniciado por
Diego Peláez y el admirable maestro Bernardo el Viejo
bajo el reinado de Alfonso VI. Así se hace constar en los capiteles
alusivos al momento fundacional en que se representan al rey y al obispo
flanqueados por sendos ángeles portando filacterias que los identifican.
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Así, en la imagen 10
correspondiente al capitel del lado izquierdo del arco de embocadura
a la capilla encontramos a Alfonso VI, identificado por la inscripción:
"REGNANTE PRINCIPE ADEFONSO CONSTRVCTVM OPVS"
(Reinando el príncipe Alfonso se hizo esta obra);
y en la imagen 18, el equivalente alusivo al obispo
Diego Peláez: "TEMPORE PRESVLIS DIDACI INCEPTVM
HOC OPVS FVIT" (En tiempo del prelado Diego se comenzó
esta obra".
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Además de estas inscripciones
existe en el muro lateral derecho de la capilla otra epigrafía
mutilada (Imagen 8) que publicó A. del Castillo
en 1926 en la que se señala que se colocaron los fundamentos
del templo en en año 1075, treinta años antes de la consagración
del altar en 1105
La capilla es de planta prácticamente
cuadrada. Posee un ábside semicircular al interior en cuyos extremos
y tras las columnas del arco triunfal hay sendos absidiolos estrechos
y de gran altura, de modo que arrancando desde el nivel del suelo alcanzan
prácticamente la unión de paramento y bóveda (Imágenes
1 a 5) Entre ambos, el retablo existente oculta la porción
central de su cabecera. La zona de acceso a la capilla está
señalada por arco fajón doblado apeado en pilastra y semicolumna
adosada con sus respectivos capiteles. Entre el arco triunfal y el mencionado
fajón los espacios laterales de la capilla tienen vanos de gran
amplitud adornados por arquivolta apeada en columnillas decoradas con
capiteles.
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El arco triunfal es doblado y se halla
elegantemente decorado a base de baquetón y escocia en arco y
dobladura. Posee además inscripción pintada alusiva a
la titularidad de la capilla (Imagen 4). Los capiteles
de esta zona más próxima al altar son diferentes a los
del resto de la capilla (Imágenes 12 y 13).
Para empezar, el material en que se labraron es el mármol. Además
su estilo más arcaico difiere de los restantes. No sería
descabellado pensar en ellos como reutilización de un templo
precedente.
El situado a nuestra izquierda (Imagen
12) muestra a un personaje, con vestidura clásica a modo
de túnica, sentado en silla de tijera no decorada que sujeta
por el cuello a sendas aves de gran tamaño situadas una a cada
lado de él. En las caras laterales, tras las aves, hay vegetación
muy estilizada con sus frutos. Los ojos del personaje y los de las aves
están señalados por orificios de trépano. Se ha apuntado a que este personaje
podría representar la escena de la ascensión de Alejandro
al cielo llevado por dos grifos; pero a mi entender faltan casi todos
los atributos del mito. Basta compararlo con la deliciosa imagen de
Revilla
de Collazos (Palencia) donde hay silla con arneses sujetos a los
grifos, grifos y pértigas con carne para estimularlos a que vuelen.
Más pienso que la escena pueda estar en relación con el
Señor de los Animales, figurando el dominio del hombre sobre
la naturaleza.
Frente a él hay otro capitel
también de mármol y tosca hechura con cesta muy cuadrada
obligando a que torso y cuerpo de los grifos que lo adornan formen casi
un ángulo recto (Imagen 13). En la cara frontal
del capitel y entre ambos grifos hay un cáliz y sobre él
y tras las cabezas de los grifos un elemento circular que asoma dando
la sensación de forma eucarística. Sin duda, tras la aparente
sencillez de la idea debe de haber más trasfondo simbólico
del que vemos.
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Los capiteles de las arquivoltas de
los vanos laterales se muestran en las imágenes 11, 14
y 15. El capitel de la imagen 11 se decora
con leoncitos que muerden su cola y en el de la imagen 14 hallamos volutas
vegetales en su nivel inferior. En ambos hay caulículos con apoyo
de sogueado entre los mismos y decoración bajo ellos que me evocan
el estilo jaqués; tanto de la propia cabecera de la
catedral ("capiteles
arcaicos con suplemento") como de Iguácel. También es
directamente jaqués el que asoma en el lado derecho del muro,
semioculto desde la posición que tras la verja me veo obligado
a tomar la foto: Imagen 15. En el mismo se distingue
un grifo; pero sobre todo, un elegante pitón jaqués bajo
el caulículo.
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Ya de salida de la capilla, el estilo
de los capiteles es más homogéneo. Ya hemos visto los
fundacionales de Peláez y Alfonso VI. Frente al de Alfonso VI,
hallamos otro decorado con sirenas de doble cola que están siendo
sujetadas por las manos por personajes desnudos situados tras ellas
(Imagen 16).