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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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| -ZAMORA. IGLESIA DE SANTA MARÍA MAGDALENA (Cont.)- |
  UTM 30T 270381 4599191 518 m. |
(ZAMORA) |
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Al interior del templo, lo primero que impresiona del mismo es la altura de su nave. Delimitándola de la cabecera hay un arco diafragma apuntado en cuyo intrados hallamos semicolumnas adosadas y fajón con capiteles interpuestos (Imagen 1). En el diedro que forman el arco diafragma y los muros laterales, se adosan sendos baldaquinos con su eje mayor paralelo al de la nave. Me evocan lo visto en la iglesia soriana de San Juan de Duero, si bien allí la anchura de la nave permitió colocarlos transversales. Quizá su desconocida función sea compartida en ambos templos sanjuanistas. Como curiosidad apuntar que su estructura apea en cuatro capiteles de los que tres son piezas estructurales del muro, sin que haya columna bajo ellos ni signos de haber existido. Solo el capitel exento transmite el empuje a una columna decorada con zigzag (Imágenes 1 y 3). El presbiterio cubre con elevada bóveda de medo cañón apuntado mientras que la nave lo hace por medio de estructura de madera a dos aguas.
Delimita la unión entre ábside y presbiterio un elegante y elevado arco triunfal. Se alza sobre sendas pilastras adosadas en las que se han labrado falsas columnillas en sus caras, lo que le aporta un aspecto estriado (Imagen 2). En lo alto posee capiteles decorados con motivos vegetales en los que apea un arco fajón peraltado. Adosado al mismo, del lado de la nave, hay una estrecha arquivolta en la que descarga un somero lienzo. Apea en capiteles sin decoración, que al igual que en lo visto en los baldaquinos, no se continúan con columnas.
El ábside cubre con bóveda se cuarto de esfera, reforzada con cuatro nervaduras de sección de triple baquetón confluentes en clave y que arrancan de otras tantas columnas que dividen el interior en tres lienzos. El nivel horizontal superior del ábside, repite el modelo visto al exterior. Tres vanos de medio punto que enmarcan sendas ventanas aspilleradas y derramadas, cegadas las laterales y practicable la central. Y las mismas molduras enmarcándolas. La diferencia de este ábside está en el nivel inferior. Cada lienzo alberga dos hornacinas de sección semicilíndrica, excavadas en el muro y cubiertas por dintel plano. La estructura de su parte superior es tal que si se hubiera dado un giro de noventa grados a una hipotética arquivolta, colocándola plana a modo de bóveda por debajo del dintel plano. Realmente innovador y distinto. No he encontrado esta disposición en ninguno de los templos recorridos hasta ahora. Todo lo descrito arranca de lo alto de una bancada corrida que recorre el perfil absidal y se decora con baquetón labrado en su ángulo libre, al igual que ocurre en casi todas las esquinas de este nivel (Imágenes 4 y 5).
A continuación del baldaquino del lado norte, también adosado a ese muro, hallamos la otra interesante sorpresa de este templo: un mausoleo funerario románico de exquisita hechura. No es seguro quién fue su destinatario, pero se apunta a Urraca de Portugal, infanta del reino e hija de Alfonso VII (Imagen 6). Adosada al muro hay una escena escultórica en la que aparece la representación de la difunta yacente en un elaborado lecho flanqueada por dos ángeles turiferarios. Otros dos ángeles que surgen de nubes transportan hacia el cielo su alma en forma de figurilla desnuda asomando sobre un lienzo. La estructura que cubre esta composición y el sarcófago situado ante ella, apea en dos columnas adosadas y tres libres, elevándose sobre una porción de la bancada corrida del templo por medio de columnas torsionadas o estriadas sobre sus basas y rematadas en capiteles decorados con motivos de fina labra a base de dragones y arpías.
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La cobertura del mausoleo se halla rematada por torres y en sus laterales encontramos hornacinas trilobuladas en las que se esculpen parejas de dragones, arpías y leones. Y su bóveda la conforman dos rosetones gallonados. En fin, un delicado monumento funerario, que se halla a tono con todo lo visto en este bello templo.
