LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO
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-POBLET. MONASTERIO DE SANTA MARÍA-(Cont.)-
UTM 31T 339754 4582760 500 m.
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El interior del templo corresponde al modelo cisterciense de triple nave, de mayor amplitud y altura la central. Por delante, nave transepto a la que abren el deambulatorio, dos ábsides laterales y el ábside central. Las naves poseen siete tramos segmentados por medio de parejas de pilares cruciformes con semicolumnas adosadas. Las que dan a la nave central arrancan de ménsulas situadas en la cuarta hilada de sillares por encima del basamento. La decoración del basamento es la misma vista al exterior: doble toro con escocias intercaladas al igual que las basas existentes al interior. Su nivel permanece constante, uniforme. Tanto al exterior como al interior. Es el nivel horizontal básico del templo definido por su maestro. La altura de los apeos es variable en cada zona del templo para permitir esta igualdad de ras de basas y molduras inferiores. La nave central cubre con bóveda de cañón y las laterales con crucería. El muro lateral sur fue demolido para abrir capillas góticas en ese lado.
Un elemento que fue esencial en este monasterio es el hecho de ser panteón real de la Corona de Aragón. El primero de ellos. Alfonso II indicó en 1194 en su testamento la voluntad de ser enterrado en Poblet. Sería el rey Pedro IV "El Ceremonioso" quien lo edificó. La solución de alzar media docena de sepulcros en el transepto sobre dos arcos escarzanos, es sin duda innovadora. Elegante solución que permite el paso de los monjes por las naves, sin el obstáculo de los mismos en la zona anterior del templo.
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Esta singular obra fue profanada tras la desamortización y destruida su decoración. El aspecto actual procede de la reconstrucción llevada a cabo en 1947 por Federico Marés. En el lado del Evangelio se encuentran las sepulturas de Jaime I, Pedro IV con sus tres esposas (María de Navarra, Leonor de Portugal y Leonor de Sicilia) y Fernando de Antequera y su mujer Leonor. En el lado de la Epístola: Alfonso II el Casto, Juan I con sus dos esposas (Marta de Armañac y Violante de Bar) y Juan II con su segunda mujer, Juana Enríquez. En sepulcros independientes están Martín I el Humano y Alfonso V el Magnánimo.
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La cabecera del templo es una obra magnífica. En planta se aprecia mejor sus hechuras. Posee un gran ábside central erigido sobre media docena de pilares cilíndricos con cuatro semicolumnas adosadas por pilar, traduciendo al círculo las hechuras de los cruciformes. Entre cada dos de ellos, grupos de capiteles lisos dan apeo arcos apuntados y doblados sobre los que se alzan cinco lienzos segmentados por semicolumnas adosadas hasta capiteles bajo la línea de imposta que se halla por encima de los vanos del ábside. Los vanos son tres, siguiendo el modelo trinitario, flanqueados de dos óculos de forma levemente romboidal. Otra pareja de vanos abren en el presbiterio. Un arco fajón apuntado señala el límite entre presbiterio y ábside. Da cada uno de los capiteles que coronan las semicolumnas del ábside se alzan nervaduras de sección cilíndrica confluentes en un cilindro perforado tras el fajón apuntado descrito como límite.
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En el ábside central se instaló un retablo de alabastro obra de Damián Forment en el siglo XVI. La imagen de Santa María de Poblet se halla en la hornacina central del mismo.
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Por fuera del ábside central, rodeándolo, hallamos el deambulatorio. Al mismo abren los cinco absidiolos secundarios del templo (Imágenes 23 a 27). Cada uno de ellos se compone de cilindro absidal y presbiterio amplio delimitados por semicolumna adosada y arco fajón. Otra estructura igual hallamos en funciones de arco triunfal al inicio del presbiterio.Cada capilla posee una credencia al lado derecho y tres vanos, iguales en el meridional (capilla de San Vicente) y siendo en el resto el central aspillerado y de menor tamaño. Una moldura sencilla recorre el muro por debajo de los vanos y otra delimita paramentos rectos y bóvedas
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El deambulatorio cubre por medio de bóvedas de crucería trapezoidales; una por delante de cada absidiolo. Se refuerzan con nervaduras de sección cilíndrica. Arcos doblados y apuntados las delimitan componiendo una bella estampa (Imagen 21)
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