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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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| -SALAMANCA. SAN JUAN DE BARBALOS (Cont.)- |
  UTM 30T 275769 4538814 |
(SALAMANCA) |
Como se advierte al exterior, es templo de una sola nave con largo presbiterio y ábside de tambor (Imagen 8). El ábside se divide en dos cuerpos separados por impostas molduradas. En el cuerpo superior se abren las tres ventanas que presentan la misma forma y decoración que al exterior, aunque la hechura de los arcos internos tiende a lo escarzano. La imposta superior , que enlaza con el presbiterio, da paso a la bóveda de cascarón (Imágenes 4 y 5). El presbiterio posee dos tramos separados mediante un arco fajón apuntado que apoya en pilastras con aristas de bocel y capiteles con decoración vegetal. Los cimacios son la prolongación de la imposta superior del ábside (Imagen 3).
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El arco triunfal es similar al anterior aunque doblado hacia la nave y apoyado en columnas adosadas. Ambas tienen las basas recortadas y sus capiteles vegetales repiten la decoración de los de las pilastras (Imagen 1). La nave se cubre con techumbre de madera, que fue la cubrición original. En los muros se ve las improntas de bóvedas de yeso posteriores, desaparecidas afortunadamente en las restauraciones (Imagen 2). En la imagen 1 se aprecian las hornacinas que se abrieron con posterioridad en la zona anterior de los muros.
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Sobre la puerta norte y ocupando varios sillares aparece pintada una inscripción , con el texto en negro y cajeado en rojo, de la consagración del templo (Imagen 9). Subsanadas las dudas pertinentes por el estado de las pinturas esta sería su traducción : “En el nombre de Nuestro Señor Jesucristo fue dedicada (consagrada) esta iglesia en honor del bienaventurado Juan bautista y otros santos. La dedicó Gonzalo Fernández, Obispo de Salamanca, y la hicieron dedicar el hermano Juan Ovéquiz, comendador de esta misma casa, y Pedro Peláez del Pozo y su mujer María de Aguilar .Era MCCXXXVIII, el día decimoquinto de las kalendas de mayo” La fecha corresponde al 17 de abril de 1201, año en que Gonzalo Fernández ejercía su labor episcopal.
Este templo fue escenario de los famosos sermones de San Vicente Ferrer , según consta en una inscripción conmemorativa situada junto la puerta sur. Y en él se recogieron algunas devotas emparedadas, a finales del S XIV.
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En el muro occidental, y sobre la puerta de acceso al templo en la actualidad, admiramos la imagen del Cristo de la Zarza (Imagen 7). El Cristo de la Zarza, nombre que correspondería a las circunstancias de su milagroso hallazgo, es uno de los más famosos testimonios de la imaginería románica de la provincia (Imagen 6). Su tamaño es algo superior al natural, 197cm. Está tallado en nogal y recubierto de lienzo. Presenta una figura un poco desproporcionada , con cabeza grande que debió tener corona, corto de tronco y anchas caderas. Se sujeta con cuatro clavos a una cruz moderna. Los rasgos de su cara están bastante simplificados. Sus ojos son almendrados y ligeramente caídos; su nariz es un simple triángulo; posee cerrada y recortada barba compuesta por estrechos cilindros a modo de bucles; su cabello cae sobre los hombros en seis simétricos mechones.
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La anatomía de brazos y piernas es simple aunque naturalista , mientras que la del tronco es más geométrica. Los costillares están formados por dos triángulos invertidos y marcados con estrías. Otras estrías más pequeñas y curvadas marcan el esternón. El paño de pureza que está sujeto por un cíngulo anudado en el centro, llega hasta la rodilla y por la parte posterior baja un poco más. En la parte superior se dobla en una segunda capa. Sus pliegues son abundantes, marcados y rectilíneos. Parece que es contemporáneo a la construcción de la iglesia. Posee similitudes con el Cristo de los Carboneros que se encuentra en la iglesia de San Cristóbal de esta misma ciudad.
(Fotografías y texto: Carmen Baena Yerón
Diseño y mantenimiento web: "romanicoaragones.com")