La iglesia de San Marcos está situada al norte de la ciudad, junto al recinto de la vieja muralla, muy cerca de la antigua Puerta de Zamora. La calle de Zamora, donde se ubica, es una de las arterias principales de la ciudad que parte de la maravillosa Plaza Mayor.
No hay acuerdo entre los historiadores sobre los orígenes, ni sobre la época de erección de este templo. Hay quien remonta su construcción a los últimos años del S XI, con la intervención del Conde don Raimundo de Borgoña y su esposa doña Urraca, hija de Alfonso VI. Otros autores, datan la fundación en 1178, pues figura como parroquia del barrio de Castellanos.
Ante la inexistencia de datación cronológica, San Marcos pudo ser construida entre el último tercio del SXI y primeros años del S XII. La iglesia ya debía de estar construida en 1202, cuando el rey Alfonso IX de León entregó el templo con su "corral" (edificaciones domésticas agrupadas en forma anular alrededor de una iglesia) y jurisdicción a la Clerecía ( clérigos salmantinos), liberando de todo servicio y tributo real a sus futuros vecinos para que fuera poblado.

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En el S XIII, Alfonso X disponía que todos los vecinos del barrio, como vasallos de los reales capellanes, fueran sometidos a la jurisdicción eclesiástica. La Real Clerecía tuvo aquí su sede hasta que en 1769, tras la expulsión de los jesuitas y por disposición de Carlos III, se trasladó al antiguo Colegio de la Compañía de Jesús , donde siguieron celebrando misas y oficios de difuntos por los reyes de España. Por lo que desde entonces se le llama La Clerecía. San Marcos pasó a convertirse en parroquia que se trasladó posteriormente a la del Carmen.
Entre los siglos XVI y XVIII experimentó numerosas modificaciones y añadidos , como el pórtico que precedía a la portada o la sacristía adosada. Ambas dependencias fueron derribadas en la restauración de 1907. Nuevamente erigida en parroquia y por iniciativa de su párroco se emprendieron en 1967 notables obras de restauración.
La originalidad de este templo es su planta circular, única en el románico hispano. Su diámetro interior es de 18 m. Al exterior se advierte un pequeño entrante a la altura de los ábsides, donde el radio es menor que en el resto del edificio. Sus tres ábsides semicirculares, empotrados en el grueso del muro, no de advierten al exterior (Ver planta) ( Imagen 2)

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Durante mucho tiempo se pensó que su planta circular se debía al hecho de haber sido cubo de la muralla, como la cabecera de la catedral de Ávila. En el S XIX el plano levantado por Coello desmiente tal supuesto, demostrando que se alzaba separada de aquella y muy cerca de un cubo independiente de la iglesia.
Su aparejo es de sólida sillería, aunque deteriorado por la erosión y la capilaridad en su zócalo perimetral. Posee líneas sencillas y escasa ornamentación. La portada principal está situada al sur. Posterior al resto del edificio , es el resultado de la reforma de la anterior románica. Tiene cuatro arquivoltas apuntadas que apoyan en ábacos lisos. Sobre ella un escudo con las armas de los Austria y el Toisón de Oro (Imagen 3). Otro escudo similar se halla en la parte oriental. Ambos reflejan la importancia de la iglesia, vinculada a los reyes que le dispensaron su protección.

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Los restos escultóricos visibles de San Marcos se limitan a los canecillos que sostienen el alero. Presentan variada decoración de nacela, con aditamentos cilíndricos, con hojas, cabezas antropomórficas y zoomórficas, bolas, flor de lis...etc. Muchos rehechos en las múltiples restauraciones (Imágenes 5 y 6). Sobre sus sillares se observan numerosas marcas de cantero (Imagen 7).
La silueta del templo se completa con una espadaña bífora barroca que se añadió en el s XVIII. Tiene decoración alusiva a la Real Clerecía con el escudo de San Marcos en el frontón (Imagen 4).

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Dos gruesas columnas rematadas en capiteles-impostas octogonales, decorados con simples molduras, sostienen siete arcos doblados apuntados y dividen al templo en tres naves y seis tramos (Imagen 13) . Dos columnas adosadas , situadas a ambos lados de la capilla mayor, sustentan los arcos próximos a la cabecera (Imagen 12). El resto apean en repisas en los muros.
Las tres capillas de la cabecera se abren con arcos de medio punto. Los tramos presbiterales se cubren con bóvedas de cañón y los ábsides con bóvedas de cascarón. Tres saeteras derramadas al interior dan luz a cada uno de los ábsides (Imagen 8).
El resto del templo se cubre con techumbre de madera muy sencilla, menos el tramo central que es de armadura de par y nudillo del S XV (Imagen 18).
En el ábside central una mesa de altar románica, descubierta en el ábside meridional en 1967, al retirar un retablo barroco. Sus cinco columnas monolíticas presentan toscos capiteles decorados con hojas de agua y acantos rematados en bolas, así como entrelazos (Imagen 15) Sobre ella pende un Cristo gótico del S XIV que se halló bajo las losas del suelo del ábside norte en la mismas fechas. Era un Cristo de madera a modo de enterramiento, con los brazos pegados a su cuerpo y muy fragmentado que fue completamente restaurado (Imagen 11).

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En el ábside norte, donde se aloja el Sagrario, otra mesa de altar románica que primitivamente estuvo en el ábside central hasta el hallazgo de la que hoy vemos. Descansa en cinco columnas de fuste cilíndrico con capiteles corintios de pencas estrechas y muy esquemáticas. Todas las columnas tienen basa y ábaco cuadrados (Imágenes 10 y 16).
En la restauración de 1967 se descubrieron varias pinturas murales, ejecutadas al temple en la cabecera. Inmediatamente la Dirección de bellas Artes acometió su limpieza y consolidación.
En el muro meridional del ábside de la Epístola un panel, a modo de tapiz , sobre fondo de vidriera y orla mudéjar y con escudos de Raimundo de Borgoña , una gran escena cuadrangular superior representa la Coronación de la Virgen entre ángeles músicos. Bajo ella la inscripción incompleta :
"ESTA OBRA MANDO FACER DOMINGO FER...TERO".En la parte inferior en tres escenas , de menor tamaño, aparece el descenso de Cristo al seno de Abrahán, el prendimiento de un Santo y una santa con la Eucaristía en la mano derecha (Imágenes 13 y 20).

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En el ábside mayor, la Anunciación. Los escudos reales de Castilla y León sobre los arcos apuntados que comunican los ábsides laterales con el central y que fueron reabiertos en esa restauración .Y la figura de Gabriel y María a ambos lados (Imágenes 14 y 17).
Junto al ábside del Evangelio aparecieron otros dos murales. Un mural tapiz que presenta adornos florales. El otro representa a San Cristóbal llevando a Jesús a hombros apoyándose en una palmera, mientras en la correa de su cinturón lleva a otras personas. A la derecha , en los recuadros, Santiago en el superior, otro no identificado en el central y perdido el inferior. Al igual que el de la Coronación, tiene fondo de vidriera y cenefa de entrelazos mudéjar (Imagen 19). La factura de los murales parece vinculada con las pinturas góticas de Santa Clara de Toro y la capilla de San Martín en la Catedral vieja, datables en torno a mediados del S XIV o más tardías.
Hay que reseñar que en San Marcos se celebran varias misas diariamente, por lo que es fácil acceder a su interior. Además su párroco, con muchísimo agrado, te facilita un folleto informativo. En mi caso, por propia iniciativa, al verme haciendo fotos, después de la celebración de la Eucaristía.
Y como colofón, después de la visita , un buen refrigerio en cualquiera de las numerosas terrazas que se hallan en los alrededores (cuando el tiempo y la temperatura lo permitan) contemplando la preciosa imagen de este singular templo iluminado.