Guardan llaves en una de
las casas del entorno de la iglesia y las prestan con amabilidad, sabedores
de que el templo es una joya casi sin descubrir. La iglesia dedicada a san
Martín de Tours, es de nave única canónicamente orientada
(Ver
planta) rematada a oriente por medio de ábside de tambor. Dividida
su nave en cuatro tramos, se señala al exterior la unión
del primero y segundo por contrafuerte adosado que acaba biselado por
debajo de la cornisa. Centra este tramo en su lado sur, un sencillo ventanal.
En altura conserva los tres canecillos y la cornisa decorada con diversos
motivos geométricos y de entrelazo. Los contrafuertes que corresponderían
a los tramos de los pies, se han sustituido por los propios machones laterales
de la bella portada que decididamente adelantada al muro compone un artístico
contrafuerte en si misma.. Sobre el cuarto tramo,
se eleva una rechoncha torre-campanario que se añadió ya
en el XIII. Su fábrica es bien a las vistas diferente del estilo
de mediados del XII correspondiente a cabecera y muros laterales (Imágenes
2 y 6).
En el XVI se efectuaron diversas reformas:
se abrió capilla lateral en la parte anterior del muro norte y
a través de ella comunica con la sacristía adosada al
lado norte del cilindro absidal (Imagen 4). También es este el momento
en que se reforma la bóveda de los dos primeros tramos, así
como la del cilindro absidal El ábside, edificado
a base de sillares perfectamente trabajados y ajustados, se centra por
un ventanal aspillerado. Carece de decoración hasta la cornisa,
que, decorada con entrelazos y geométricos, descansa en trece canecillos
decorados con figuras diversas: animales, volutas, un odre, un cuerno,
un motivo fálico...