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Al interior, el cilindro absidal se estructura en dos niveles superpuestos decorados ambos con arquería. En el inferior, cinco arcos ciegos apuntados apeados en columnillas con capiteles muy erosionados. Sobre ellos, imposta biselada y encima una nueva arquería de cinco elementos, dos de ellos ciegos y los otros tres son ventanales que permiten la iluminación. Se presentan al igual que los vistos al exterior, decorados con arquivolta de baquetón, capiteles y columnillas y guardapolvo por fuera.

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A destacar el segundo por nuestra izquierda, estrecho y apuntado por el poco espacio existente para su desarrollo (Imagen 4). Entre cada dos ventanales una recia y corta columna con su capitel, presta apeo a cada una de las cuatro irregulares nervaduras que confluyen en el arco triunfal ayudando a sustentar la bóveda de cuarto de esfera (Imagen 2).

Los capiteles de las imágenes 5 a 7 corresponden a los extremos del arco triunfal. De entre los existentes en el templo, una pequeña muestra que creo representativa: la mayoría son de motivos vegetales, algunos gastados, y unos pocos lucen decoración historiada tremendamente sencilla, casi naif, como el de la imagen 8 y 9.