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El templo es datable en el XII bien avanzado o principios del XIII. Los motivos en los capiteles de la portada oeste ya reflejan la tendencia cisterciense a lo vegetal y a prescindir de lo historiado, sin que por ello asomen aún tímidamente cabecitas por entre las foliaciones (Imagen 8). Asfixiado por edificaciones de épocas posteriores, apenas si se reconoce a primera vista la estructura románica del templo original (Imágenes 3 a 5). Desde su lado noreste `puede adivinarse el cilindro absidal poseedor de columnas contrafuerte... y poco más. La sobria torre almenada erigida tras su cabecera, le aporta un marcado aire defensivo, como así debió de ser dada la cercanía a la muralla del lugar y el hecho de ser extremadura del reino (Imágenes 3 y 4).

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Pero es en su fachada de poniente donde muestra su verdadero origen. La portada abocinada y ligeramente apuntada consta de seis arquivoltas de baquetón de sobria hechura apeadas en tres pares de capiteles y otras tantas jambas rectas. Por fuera, enmarcándola, otro par de columnas con sus capiteles, que se continúan en altura con dos pares de columnas-contrafuerte adosadas, al estilo de los templos cincovilleses (Vg.: Puilampa).

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Destaca polícroma en su tímpano la estatua en piedra del apóstol Santiago, hallada bajo el entarimado del templo en 1965, y flanqueada por una pareja de peregrinos genuflexos de hechura popular (Imágenes 1 y 2). Apea el tímpano en modillones con cabezas monstruosas, al estilo del maestro de Agüero, pero ya muy evolucionadas (Imagen 9).