Cuando se contempla
los capiteles de esta portada se tiene el claro convencimiento de que
fueron hechos por la misma mano que los de la portada de Santa María
de Uncastillo. El estilo, las formas, la decoración de los vestidos,
los cabellos... En fin. Es algo evidente para quien ha visitado los
dos lugares. Comenzando por nuestra izquierda, el primero de los capiteles
es de estilo clásico; pero cuajado de filigranas vegetales similares
a las del ábaco, casi en un tono sobrecargado y barroco que no
le resta ni un ápice de belleza (Imagen
5).