La ciudad de Lérida se sitúa en la margen derecha del río
Segre. Desde lo alto de un cerro amesetado es un verdadero "oppidum" donde de tiempo inmemorial ha asentado su población.
Lugar ideal para habitar y defenderse: cerca de un gran río con tierra fértil y en altura. Sitio
propicio para la defensa. Así lo entendieron los ilergetes en época ibérica y tras ellos,
civilización tras civilización a base de conquistas destrucciones y edificaciones que han ido conformando
el actual perfil de la ciudad. Perfil que como en todo tejido social vivo, es dinámico. La imagen de cabecera tomada desde detrás de la estación del AVE, muy cerca de la "Editorial Milenio", permite hacernos una idea clara de esta confluencia de momentos y estilos
Importante baluarte islámico, fue reconquistada en 1149 por el (desde 1137) príncipe
aragonés Ramón Berenguer IV y el conde de Urgell Ermengoll VI. Sobre lo que fuera mezquita se edificó
catedral. Data su obra del año 1203 siendo su maestro Pedro de Coma y fue acabada hacia 1269 por Pedro de Prenafeta.
En la piedra de consagración del templo,
que se halla empotrada en el lado norte del presbiterio, podemos advertir la nómina de personajes
del momento (Inocencio III, papa. Teobaldo, obispo. Pedro II, rey. Ermengaudus, conde de Urgell -por el orden que aparecen en la lápida) Así como la data del evento: XI de
las calendas de Agosto de 1203. (24 de agosto de 2006 y 2008)