El claustro se sitúa adosado al lado meridional del templo, extendiéndose
a partir del diedro que forman nave sur y transepto. La crujía oriental fue lamentablemente desmontada y
rehecha a principios del siglo XVII. Las otras tres se conservan muy bien. Este claustro se edificó poco
después de la catedral ya en pleno siglo XIII. Accedemos al mismo a través de una portada situada hacia la mitad de la
nave sur del templo compuesta por cinco arquivoltas decoradas con baquetón cuyos
diámetros alternan
sucesivamente fino-grueso. Los mayores, apean en capiteles esculpidos con motivos vegetales, leones enfrentados,
y leones mordiendo la cabeza de supuestos pecadores. Y los consabidos bezantes, que se transorman en cuidadas
cabecitas en buena parte de la portada (Imágenes 8 a 11).