Hay que circular por la carretera de Herrera hacia Cervera de Pisuerga y desviarse por Olmos y Vega de Bur para alcanzar el pequeño lugar de Colmenares de Ojeda. Pocas casas, poca gente, poca iglesia románica... pero ¡Qué maravilla de pila bautismal! Merece la pena ir ex profeso a visitar el templo para disfrutar de la que es la más bella pila románica de entre las muchas que hay en Palencia. La mujer que guarda las llaves del templo la muestra con orgullo sabedora de que en el pueblo tienen un tesoro. Al marchar te advierte de que "todo el que viene a ver la pila se ha de llevar una tarjeta postal al precio de un euro". Precio que se paga con gusto por poder contemplar a placer esta buena muestra del arte románico (9 de agosto de 2004).

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La iglesia es bonita y cuidada, de estilo muy posterior a la época estudiada a pesar de lo cual conserva parte del muro norte original con sus canecillos lisos y una columna del arco triunfal. Pero todo esto queda eclipsado por la pila bautismal, que se ha colocado al lado sur del altar en lugar preferente y con iluminación exclusiva para la misma (Imágenes 7 y 8).

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La pila bautismal es de considerable tamaño (alrededor de 90 cm de altura x 130 cm de diámetro), se sitúa sobre una base troncocónica decorada con motivos vegetales y mascarones. Está esculpida en toda su superficie mostrando escenas con figuras de gran relieve. Su borde superior acaba orlado como de pequeños flecos pétreos que parecen formar un dosel a las figuras labradas en su copa.

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A lo largo de su superficie se desarrolla un programa iconográfico en tres escenas, sin separación formal entre ellas, relacionadas con el bautismo y la resurrección, encajando perfectamente con su función. La escena del bautismo congrega a nueve personajes. Seis adultos y tres niños (Imágenes 1 y 11 a 13). El celebrante bendice con la diestra mientras que con la izquierda apoya un libro sobre la cabeza del bautizando (probablemente los Evangelios) al tiempo que dos personas sumergen al niño hasta el cuello en la pila bautismal labrada en la propia copa de la pila bautismal.

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El personaje a nuestra izquierda porta una cruz y luce tonsura benedictina, al igual que el celebrante. Una pareja, hombre y mujer, se sitúan a nuestra derecha. A la izquierda de la escena, otros dos adultos barbados aguardan con dos niños -uno en pie y otro más pequeño- en brazos, quizá para ser bautizados. Más a la izquierda de éstos, un grifo demoníaco enredado en maraña vegetal parece haber quedado burlado por la protección que confiere el bautismo (Imagen 17). (Cronología: segunda mitad del siglo XII).

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En el lado opuesto a la escena de bautismo se labró el episodio de la visita de las santas mujeres al sepulcro vacío de Cristo. Tres mujeres a la izquierda de la escena, con curioso tocado como de trencilla, plano en su parte superiorse aproximan con tarros de ungüentos al sepulcro custodiado por soldados de muy diversos tamaños y posturas cubiertos de cota de malla (Imagen 10) . Un ángel levanta la tapa mostrando su vacuidad y otro, turiferario, a nuestra derecha inciensa la escena (Imágenes 19 y 20)

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Hay otro grupo de personajes, a caballo entre las dos escenas descritas, sobre los que no todo el mundo está de acuerdo. Son dos personajes que se abrazan y un tercero a nuestra derecha que coloca la mano sobre el hombro del central (Imágenes 14 y 18). Se ha dicho que es la resurrección de Lázaro sin que haya elementos formales para aseverarlo. También que sean personajes asistentes al bautismo descrito en primer lugar.

También he visto apuntar hacia los talleres aragoneses por la labra del capitel. Únicamente el grifo recuerda vagamente a los del maestro de Agüero, mientras que los personajes de las diversas escenas no guardan ninguna relación con quien esculpió en San Juan de la Peña, San Pedro el Viejo, Agüero... basta con ver una sola vez las expresiones particulares de lo que yo defino como "la mirada del Maestro de Agüero", para comprenderlo.