El Crismón (Del griego "XPIW"=Ungir) es desde la antigüedad el anagrama de Cristo. Se representa en su forma más antigua como la superposición de los dos primeros signos griegos: "Equis - Rho" y la adición en los laterales del primero de las letras apocalípticas "alfa y omega", primera y última del alfabeto griego simbolizando que el representado por el anagrama, es el principio y el fin de todas las cosas.

La moneda cuyo reverso se muestra en el encabezamiento corresponde al emperador romano Magencio que reinó entre los años 350 y 353 de nuestra era. En ella figura el símbolo paleocristiano de la nueva religión que se extendía con rapidez por el Imperio. De forma sincera o interesada hizo profesión de fe en su moneda, al igual que otros Imperios lo siguen haciendo ("In Good we trust"). Todo cambia...nada cambia. Tengo un amigo que opina que "desde los romanos hasta nuestros días solo hemos avanzado en velocidad"...

Este símbolo de Cristo y de la nueva religión se ha perpetuado hasta nuestros días siendo habitual hallarlo en múltiples lugares y ornamentos litúrgicos. En la época de la cual recojo imágenes (S. XI-XIII) es frecuente hallarlo sobre la puerta de acceso a los templos remarcando con su simbología la importancia del vano como camino hacia el interior del templo de Cristo.

Un gran trabajo de Francisco Matarredona y Juan Antonio Olañeta (http://www.claustro.com) analiza de forma exhaustiva el tema. Basándome en su clasificación, he agrupado las imágenes de los crismones recogidos en diversos sitios de mis recorridos.

Gracias a ellos he comenzado a fijarme en "pequeños datos" que antes me pasaban desapercibidos: número de brazos del crismón, lugar del que penden los símbolos alfa y omega, presencia o ausencia del signo "S", posición de la tilde que cruza el palo vertical del símbolo Rho, orden o desorden de los símbolos en el crismón...

Una vez más he de dar fe de que el aforismo médico "solo se diagnostica lo que se conoce" es además de cierto extrapolable a este tema particular. Hasta ahora, tras conocer el trabajo de Matarredona y Olañeta, se me podía aplicar el otro dicho: "Usted mira; pero no ve". Gracias a él, he comenzado a ver y animo a todos los amantes de este arte y del conocimiento en general, a mirar viendo.

En 2015 he añadido un mapa activo con la ubicación y tipología de los crismones del Alto Aragón de modo que se puede consultar visualmente su distribución y acceder a las imghenes de los mismo a tamaño grande: VER MAPA ACTIVO DE lOS CRISMONES DEL ALTO ARAGÓN