LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO
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-MONDOÑEDO. IGLESIA DE SAN MARTÍN-
(GALICIA - LUGO)
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El templo de San Martín de Mondoñedo es uno de esos lugares que cuando uno lo ve en fotografías y lee acerca de su historia siente la imperiosa necesidad de acercarse y comprobar cuanto de él se ha escrito. No pude visitarlo en mi escapada veraniega por Galicia el año 2009; pero en este Año Santo de 2010 si que he tenido la suerte de llegar a él con la fortuna de que para estas fechas ya están plenamente visibles las deliciosas pinturas murales del siglo XII magistralmente intuidas en 1996 por el profesor Manuel Castiñeiras y rescatadas por la restauradora Blanca Besteiro. La decoración de su cabecera al estilo lombardo, sorprendentemente a poniente de su foco de mayor influencia en la península, el aura histórica de ser la más antigua de las catedrales románicas conservadas en España, el delicioso y enigmático antipendio (para el que propondré una hipótesis de lectura) y el hallazgo en el ciclo pictórico rescatado de la más antigua representación en España del "Árbol de Jesé", anterior al de Silos (1170-1180), Santo Domingo de la Calzada (1170-1185) o al del Pórtico de la Gloria en Compostela (1168-1188) (M. Castiñeiras. Románico-8. Junio 2009) son algunos de los motivos de la visita de la que uno sale tan satisfecho como lleno de inquietudes. San Martín de Mondoñedo se sitúa en el extremo nordeste de la provincia de Lugo a escasos 4 kilómetros de la localidad costera de Foz y próximo al límite con la comunidad de Asturias (5 de agosto de 2010).
El templo de San Martín de Mondoñedo es uno de esos lugares que cuando uno lo ve en fotografías y lee acerca de su historia siente la imperiosa necesidad de acercarse y comprobar cuanto de él se ha escrito. No pude visitarlo en mi escapada veraniega por Galicia el año 2009; pero en este Año Santo de 2010 si que he tenido la suerte de llegar a él con la fortuna de que para estas fechas ya están plenamente visibles las deliciosas pinturas murales del siglo XII magistralmente intuidas en 1996 por el profesor Manuel Castiñeiras y rescatadas por la restauradora Blanca Besteiro.
La decoración de su cabecera al estilo lombardo, sorprendentemente a poniente de su foco de mayor influencia en la península, el aura histórica de ser la más antigua de las catedrales románicas conservadas en España, el delicioso y enigmático antipendio (para el que propondré una hipótesis de lectura) y el hallazgo en el ciclo pictórico rescatado de la más antigua representación en España del "Árbol de Jesé", anterior al de Silos (1170-1180), Santo Domingo de la Calzada (1170-1185) o al del Pórtico de la Gloria en Compostela (1168-1188) (M. Castiñeiras. Románico-8. Junio 2009) son algunos de los motivos de la visita de la que uno sale tan satisfecho como lleno de inquietudes.
San Martín de Mondoñedo se sitúa en el extremo nordeste de la provincia de Lugo a escasos 4 kilómetros de la localidad costera de Foz y próximo al límite con la comunidad de Asturias (5 de agosto de 2010).
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Su historia remota está adornada por vestigios referentes a repoblación de la zona por gentes de origen celta, ataques vikingos a la sede episcopal de Bretoña (Entre Meira y Mondoñedo) y traslado de la misma a lo que más tarde sería San Martín de Mondoñedo. El rey Alfonso III el Magno (848 - 910), rey de Asturias desde el 866, fue el último rey de Asturias y el primero de León. Se ocupó del gobierno de Galicia y en 867 instauró en San Martín de Mondoñedo la antigua sede episcopal de Bretoña. Sus primeros obispos debieron de ejercer su función en un edificio desaparecido en el lugar en que Rosendo, obispo de Mondoñedo edificó uno nuevo hacia el 925. De estos dos templos sucesivos y desaparecidos es posible que procedan los vestigios arquitectónicos antiguos reutilizados en el actual edificado entre finales del siglo XI y principios del XII. San Rosendo fue obispo entre los años 925 y 948. Después se retiró al monasterio de Celanova, que el mismo fundara. Gonzalo I, "santo" por devoción popular fue obispo entre los años 1070 y 1108. Sería quien iniciase las obras de la actual iglesia y sus restos permanecen en un sarcófago pétreo situado al interior del templo adosado al muro sur. Del mismo se extrajeron su báculo, anillo ("No quiero ser regalado ni vendido") y fragmentos textiles. Se le atribuyen hechos milagrosos como el naufragio de una flota normanda que amenazaba la costa próxima a Mondoñedo o la milagrosa aparición de una fuente al lado del templo que hizo brotar con su zapatilla ("fonte de a zapata").
Su historia remota está adornada por vestigios referentes a repoblación de la zona por gentes de origen celta, ataques vikingos a la sede episcopal de Bretoña (Entre Meira y Mondoñedo) y traslado de la misma a lo que más tarde sería San Martín de Mondoñedo. El rey Alfonso III el Magno (848 - 910), rey de Asturias desde el 866, fue el último rey de Asturias y el primero de León. Se ocupó del gobierno de Galicia y en 867 instauró en San Martín de Mondoñedo la antigua sede episcopal de Bretoña. Sus primeros obispos debieron de ejercer su función en un edificio desaparecido en el lugar en que Rosendo, obispo de Mondoñedo edificó uno nuevo hacia el 925. De estos dos templos sucesivos y desaparecidos es posible que procedan los vestigios arquitectónicos antiguos reutilizados en el actual edificado entre finales del siglo XI y principios del XII.
San Rosendo fue obispo entre los años 925 y 948. Después se retiró al monasterio de Celanova, que el mismo fundara. Gonzalo I, "santo" por devoción popular fue obispo entre los años 1070 y 1108. Sería quien iniciase las obras de la actual iglesia y sus restos permanecen en un sarcófago pétreo situado al interior del templo adosado al muro sur. Del mismo se extrajeron su báculo, anillo ("No quiero ser regalado ni vendido") y fragmentos textiles. Se le atribuyen hechos milagrosos como el naufragio de una flota normanda que amenazaba la costa próxima a Mondoñedo o la milagrosa aparición de una fuente al lado del templo que hizo brotar con su zapatilla ("fonte de a zapata").
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El templo es de planta basilical con tres naves de tres tramos segmentadas por tres pares de pilastras y transepto que no sobresale en planta al cual abren los tres ábsides del templo. La actual hechura del es fruto de las sucesivas restauraciones efectuadas en el lugar de los dos templos anteriores. Se considera la zona más antigua, correspondiente al siglo X a parte de los muros sur y norte, probablemente pertenecientes a lo edificado por san Rosendo. A pesar de que lo leído repite la existencia de "una puerta de herradura cegada en el muro norte", no es tal (Imagen 14) ni al exterior, ni al interior, donde los signos de arcaicismo se pueden rastrear en su tosco medio punto peraltado dovelado así como en el rehundido de la misma, de ascendencia islámica. Pero ni rastro de herradura. Una segunda fase edificativa correspondería al siglo XI comprendiendo los absidiolos, acabados al exterior con decoración de arquillos lombardos, el transepto con su extraño cimborrio, los capiteles del templo y el antipendio. Por fin al siglo XII corresponderían el ábside central, la portada de poniente y los canecillos del templo.
El templo es de planta basilical con tres naves de tres tramos segmentadas por tres pares de pilastras y transepto que no sobresale en planta al cual abren los tres ábsides del templo. La actual hechura del es fruto de las sucesivas restauraciones efectuadas en el lugar de los dos templos anteriores. Se considera la zona más antigua, correspondiente al siglo X a parte de los muros sur y norte, probablemente pertenecientes a lo edificado por san Rosendo. A pesar de que lo leído repite la existencia de "una puerta de herradura cegada en el muro norte", no es tal (Imagen 14) ni al exterior, ni al interior, donde los signos de arcaicismo se pueden rastrear en su tosco medio punto peraltado dovelado así como en el rehundido de la misma, de ascendencia islámica. Pero ni rastro de herradura.
Una segunda fase edificativa correspondería al siglo XI comprendiendo los absidiolos, acabados al exterior con decoración de arquillos lombardos, el transepto con su extraño cimborrio, los capiteles del templo y el antipendio. Por fin al siglo XII corresponderían el ábside central, la portada de poniente y los canecillos del templo.
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Llama la atención y es lo que más destaca a primera vista, la decoración de arquillos ciegos apeados en ménsulas -decoradas en el absidiolo sur- y lesenas marginales al modo lombardo. Cada uno de los absidiolos posee un vano central de medio punto dovelado. La cornisa en el lado norte se decora con taqueado jaqués y al lado sur con piezas que muestran labra a base de acanaladuras o motivos geométricos (en el ábside central) probablemente reutilizadas. (Imágenes 9 a 11). El ábside central posee tres vanos de medio punto dovelado, orlados por guardapolvo de taqueado jaqués. La cornisa la sustentan canecillos con motivos escultóricos (Imagen 10).
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Una serie de recios contrafuertes de época moderna estabilizan la cabecera, el muro norte y el hastial de poniente, en el que hallaremos la portada principal del templo y una torre, también moderna, añadida al ángulo sudoeste. Destaca el cimborrio sobresaliente al exterior con sus ángulos redondeados, rompiendo la estructura del antiguo primer tramo del templo primitivo devenido en transepto para poder encajar este extraño cimborrio de sección rectangular y añadir el toque benedictino a base de arco triunfal en la unión transepto-nave central.
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