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LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO Webmaster: A. García Omedes - Huesca (España) |
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-CASILLAS DE BERLANGA. ERMITA DE SAN BAUDELIO (Cont.)- |
UTM 30T 517465 4585223 1020 m. |
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Acceder al interior del templo es acabar de sorprenderse. Aun cuando se haya leído y visto imágenes antes de llegar hasta aquí, este espacio rompe todos los esquemas preconcebidos de nuestra mente que trata de seguir con rigor científico una metodología o clasificación ateniéndose a normas preestablecidas.
El espacio es casi cuadrado en planta y desde el centro de la estancia se alza una pilastra de notable diámetro que no llega por si misma a soportar las cubiertas sino que va a servir de apoyo central a una serie de ocho arcos radiales que, desplegándose a modo de palmera, descansarán en trompas situadas en los cuatro ángulos y en el punto medio de cada uno de los muros donde los reciben ménsulas cuya prolongación inferior les otorga apariencia de herradura. Otro tanto ocurre en la prolongación - decorativa- de cada arco tras apear en lo alto de la pilastra central. Los arcos que descargan en los ángulos de la nave, al ser esta ligeramente rectangular, son más largos y de medio punto más perfecto que los que lo hacen en los muros, más cortos y cerrados por razón de espacio. La bóveda sustentada por este original sistema radial es esquifada y cubre al exterior con sobrecubierta a cuatro aguas. El piso del templo está directamente excavado en la roca, y la pilastra mencionada alza sobre elevación del mismo a modo de tosca basa.
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A nuestra derecha, ocupando el espacio de los pies del templo hay una estructura con aspecto de coro (apariencia inducida por nuestra experiencia previa en los "templos-tipo"). El acceso a su zona superior se efectúa mediante una escalera adosada al muro sur del templo (en la actualidad no se permite el acceso por razones de seguridad y conservación de las pinturas). También hay acceso a través de la puerta situada en el lado sur del muro oeste, directamente desde el exterior. La zona inferior, aparentemente caótica y plena de columnillas y arquerías, se comporta funcionalmente a modo de pequeña mezquita. Ocho columnillas exentas y diez adosadas a los muros sur, oeste y norte conforman diez espacios cuadrangulares distribuidos en cinco naves paralelas de dos tramos de profundidad. Y por delante de la central, ocupando el espacio entre esta estructura y la parte posterior de la gruesa pilastra central, hay otras cuatro columnillas que mediante arquería soportan una prolongación del "coro" que cubre con medio cañón y posee cierres laterales a modo de muretes y a la que se accede por arquito de falsa herradura. Tiene ventanal tosco y también de herradura al lado norte y aparenta ser una pequeña capilla con respecto al espacio superior-coro
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Una verdadera locura de estilos, funciones y decoraciones que no es de extrañar haya traído de cabeza a cuanto experto trata de encasillar esta abigarrada estructura.
El espacio alto a modo de coro se ha interpretado por Bango Torviso como un equivalente de las tribunas carolingias que asumidas por la orden benedictina fueron importadas en sus más antiguos templos. Funcionalmente posibilitarían el seguimiento de la liturgia desde un espacio al oeste del templo, reservado y elitista, si bien en este templo y dado que cuenta con capilla propia (situada en el espacio descrito tras la pilastra central) podría ser utilizado como lugar de liturgia para el vulgo, con entrada independiente desde el exterior y no interfiriendo la liturgia de los monjes.
Y cuando uno cree que ya no hay más sorpresas, levanta la vista al lugar donde comienzan a abrirse las nervaduras a partir de la pilastra central y comprueba que entre cada dos de ellas hay un pequeñito vano con perfil de herradura delimitando entre todos ellos un espacio parcialmente cilíndrico sobre la pilastra, de 2 x 1 metros y de acceso imposible. Se ha especulado con que fuese lugar de guarda del tesoro. Pero su evidencia lo inhabilita a tal fin. Más podría haber sido sitio de reposo de las reliquias de san Baudelio, como lugar de mayor simbología en el templo. Al interior decora la bóveda con pequeñas nervaduras específicas, realzando su importancia.
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