UTM 30T 499326 4622222 960 m

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Al interior, el templo sorprende por su austera arquitectura. Su elevada altura y la longitud de la nave me evocan, en menor escala, a lo visto en la ermita de Santa María de Chalamera de Huesca. Como ya hemos visto en planta, es iglesia de nave única con el añadido de dos capillas laterales que le aportan planta de cruz latina. La planta se divide en tres tramos por medio de otras tantas semicolumnas directamente adosadas al muro sin que haya pilastras ni por tanto dobladura de arcos, como es habitual en el periodo románico. El presbiterio es pequeño y está delimitado por el primer par de semicolumnas de la nave y el que delimita el cilindro absidal. Una sencilla imposta recorre la nave y el presbiterio continuando los cimacios de los capiteles e interrumpiéndose tanto en el cilindro absidal como en el hastial de poniente. Destaca el hecho, ya comentado, de que no hay un basamento uniforme para todo el templo, sino que las semicolumnas apean en basas situadas a diferentes niveles según el lugar de la iglesia.

En el último tramo de la nave hay un coro de fábrica, que ha venido a sustituir al primitivo coro alto de madera del cual restan las ménsulas de apoyo y la portada por la que tenía acceso directo desde el exterior (Imágenes 6, 7 y 9). Es coro actual obligó también obligó a amortizar el acceso desde el tramo de los pies de la nave hacia el exterior (Imagen 7).

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Las capillas laterales abren al primer tramo de la nave por medio de un vano apuntado y doblado, apeando su dobladura en grandes ménsulas cistercienses. La embocadura de ambas capillas está retranqueada hacia poniente, adosándose a la semicolumna posterior, al igual que ocurre con los arcosolios existentes que están desplazados de la línea media hacia poniente, mientras que en altura los óculos aparecen correctamente centrados. Una posible explicación es que las capillas añadidas cumpliesen función funeraria con la existencia de altar en su muro oriental. La importancia arquitectónica de estos espacios da pie a pensar que acaso la intención inicial del templo fuese la de monumento funerario de personajes destacados de la zona, al estilo de lo que sucede, por ejemplo, en la ermita de San Miguel de Foces de Huesca, también de transición al gótico.

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En el lado norte, el retablo de la Virgen de La Salud oculta parcialmente el arcosolio y la disposición del sarcófago sobre columnillas (Imágenes 10 a 14) pero en el lado meridional en que el retablo ocupa el lienzo del este, puede verse la disposición señalada (Imágenes 15 a 18).

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Las imágenes 19 y 20 muestran la cabecera del templo viendo que el perfil cilíndrico del ábside se interrumpe a nivel de las impostas de los capiteles debido al añadido de una bóveda gallonada montada sobre el fajón que delimita el ábside y dos nervaduras que desde el centro de aquél apean en sendas ménsulas cistercienses embebidas en la cabecera y decoradas con motivos vegetales bajo las que hay dos pequeños capiteles y más abajo unas pequeñas cabecitas desde las que arranca esta estructura de apeo (Imágenes 19 y 20).

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Hay una hipótesis muy bien elaborada por parte de R. Fuster y Jordi Aguadé acerca de la alineación del templo para conseguir una doble conjunción lumínica sobre la losa que hay en el suelo bajo la clave del arco de acceso a la capilla norte, a partir de la luz que entra por el óculo meridional y por el ventanal de la cabecera situado próximo al inicio del presbiterio sur. La imagen 21 muestra una de las zonas donde se desarrolla ese efecto lumínico que alcanza la losa situada en primer plano, siguiendo una senda sobre el pavimento moderno a la que definen como "el camino del sol".

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