Villasayas es una pequeña
localidad del sur de la provincia de Soria perteneciente a la comarca
de Arcos de Jalón que cuenta con un centenar de habitantes. Dista
de Almazán, población de la que se sitúa al suroeste,
unos 16 kilómetros por la CL-101. También podemos llegar
desde Medinaceli a través de la SO-132 en dirección noroeste
pasando por Romanillos de Medinaceli -que también tiene templo
románico- y Baraona, con un total de 32 kilómetros en este
caso. Su iglesia parroquial
dedicada a Nuestra Señora de la Anunciación es un templo
en el que se solapan diferentes momentos cronológicos, desde finales
del XII al XVIII. (4 de mayo de 2007).
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Canónicamente
orientado, es templo de nave única compuesta por tres tramos bien
señalados mediante recios contrafuertes al exterior. Fue reedificada
en estilo barroco en el siglo XVII aprovechando lo existente. La cabecera es
rectangular, gótica, y con el añadido de dos capillas laterales
en el siglo XVIII (Imagen 3). Posee una torre tardía adosada
al ángulo suroeste del templo y una curiosa portada a modo de arco
de triunfo renacentista de acceso al recinto ante el templo fechada en 1537 (Imagen
4). Es Monumento Nacional
desde el 7 de abril de 1993. De su primitivo origen
románico perdura el perímetro de la nave con su portada
sur, la magnífica galería porticada adosada al lado sur
del templo y los apeos laterales -con sus capiteles- del arco triunfal
del templo primitivo.
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La galería porticada
de este templo es una emblemática muestra del románico soriano
con claras influencias silenses, que hasta 1996/97 permaneció con
sus vanos cegados en funciones de dependencias del templo. Consta de un
vano central de acceso decorado con sencillo guardapolvo y flanqueado
por cuatro vanos a cada lado formados por arquillos de medio punto que
apean por medio de capiteles y columnillas dobles en elevado antepecho.
Hasta el nivel del extradós del arco de acceso, más elevado
que los vanos laterales, es obra en gran parte original. Por encima, la
mampostería evidencia restauración. Una moldura de sección
cuadrada decora el muro hacia cabecera y pies a la altura del ábaco
de los capiteles.
Sobre el arco de entrada
se empotró, reutilizada, una bella escena de la Anunciación compuesta
por un ángel genuflexo, la Virgen sedente y san José en
un lado, en su habitual postura de aparente somnolencia. Todo ello en buena labra,
con cuidadoso tratado de los pliegues de los vestidos y de los extremos
de las mangas, como se advierte el el brazo en que reposa la cabeza San
José (Imagen 6). Aun hay otras dos pequeñas
esculturas reutilizada en las enjutas del vano de acceso: muy deterioradas
parecen mostrar a Sansón desquijarando al león y a un personaje
sedente.
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Las columnillas pareadas
de esta galería sustentan una serie de ocho capiteles dobles decididamente
silenses, con bestiario y motivos vegetales que los emparentan con el
segundo maestro del claustro de Silos. Algunos de ellos están bastante
dañados por las vicisitudes de su emparedamiento al cerrar la galería.
También en esa fase debieron de desaparecer los dos de los extremos,
puesto que hay en el recinto del templo una pareja de columnillas que
así lo atestiguan. Las figuras adosadas que suplen esta falta (quizá
un profeta con filacteria -Imagen 11- y un atlante muy
deteriorado) se hallaron embutidas en los muros que se alzaron para compartimentar
al interior la galería.
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