1
Dextera Domini que corona una composición asimismo piramidal; pero de sentido opuesto a la anterior. Allí el ritmo era ascendente mientras que aquí lo es descendente. La acción discurre de arriba a abajo, donde aguardan, con la mirada hacia lo alto, el colegio apostólico y María.
234
En esta escena los apóstoles siguen estando dispuestos en dos registros; pero con una más rigurosa alineación y simetría. La Virgen destaca por encima de ellos, quizá en un simbolismo de mediadora entre Dios y los hombres. El estilo es idéntico al del visto en la Ascensión, siendo la única diferencia un peor grado de conservación, en general, y la existencia de los nombres de los apóstoles en sus nimbos (Imágenes 1 a 7).
567
En el ángulo nordeste del claustro encontramos en su cara oriental, frente a la puerta de las Vírgenes, un relieve que nos sorprende por la habilidad del primer Maestro de Silos a la hora de aunar dos conceptos consecutivos en la misma escena. Se trata de la colocación de Cristo en el sepulcro y al mismo tiempo, la evocación de su resurrección (Imagen 8).
8
El genial escultor divide en dos escenas el marco delimitado por columnillas con sus capiteles y arco de medio punto gracias al empleo de una línea oblicua sugerida por la tapa del sarcófago. Centra la escena el cuerpo yacente de Cristo sobre el sarcófago, que más parece altar por su forma y pliegues de su mantel. Bajo el mismo yacen desvanecidos los soldados en un momento que ya corresponde a la Resurrección. Su disposición es de una marcada simetría gracias a la concavidad que forman los dos laterales acogiendo en el centro al resto. Sus ropajes perfectamente definidos son interesantes como testimonio de equipamiento y armamento de la milicia medieval en Castilla (Imagen 16). El grado de representación es tan fiel que no omite, entre otros detalles, ni los correajes con que sujetan al cuello sus escudos ni los asideros existentes al interior de los mismos.
91011
12
Cristo es colocado con delicadeza en el sepulcro por José de Arimatea. Su túnica al viento parece evocar la furia de la naturaleza desatada por su muerte (Imagen 13). El rostro de Cristo muerto expresa serenidad. Su brazo derecho, en trance de ser colocado a su costado, sigue la línea oblicua marcada por la tapa del féretro resaltando esa división de escenas ya señalada (Imágenes 14 y 15). Destaca el hecho de que los pliegues de los vestidos son menos "planchados" y aparece en los bordes de los mismos decoraciones en forma de zigzag que no veíamos en las escenas previas.
131415
Por encima de la tapa del sarcófago, en la media escena superior, el ángel advierte a las santas Mujeres de la Resurrección de Cristo (Imágenes 9 a 12). En el extremo distal de la tapa del sarcófago se epigrafió su identificación: "ANGELVS". Y sobre la rosca del arco de medio punto que enmarca la escena, la frase: "NIL FORMIDETIS, VIVIT DEVS, ECCE VIDETIS" (Nada temáis, Dios vive, ya lo veis). Y bajo esta línea de texto otra que reza así: "MARIA MAGDALENE : MARIA IACOBI : ET SALOME"
16