Su diseño general responde a una concepción jerárquica:
la figura de Cristo está sobredimensionada; le siguen en tamaño los serafines, el
Tetramorfos y a
escala muy reducida los veinticuatro ancianos. La distribución de personajes es muy ordenada y simétrica.
Cristo, centro organizador del espacio y tema con su destacada verticalidad es la continuación de la línea
del parteluz..Este eje vertical está seccionado por el dintel configurando una gran cruz que articula el
conjunto del pórtico. El resto de los personajes ocupan espacios periféricos alrededor de este gran
eje compositivo (Imagen 5).
El Tetramorfos y los dos serafines dibujan con sus cuerpos una mandorla imaginaria (Imagen
3). Los ancianos ordenados rítmicamente en tres registros, dos
a ambos lados en el primero, de igual forma tres en el segundo y catorce a lo ancho de todo el tímpano en
el tercero, forman una cadencia musical que articula el conjunto como un himno a la divinidad. Una línea
de oleaje marca la separación de los tres registros Y delante del trono había como un mar de vidrio
semejante al cristal (Ap, 4, 3-8) (Imágenes 2 y 4).