La decoración en este caso es fundamentalmente
geométrica, aderezada con motivos florales y algunos animales como
águilas o grifos. El medallón central muestra un elaborado
lazo que evoca hechuras irlandesas, probablemente influjo de aquellos normandos
que invadieran en tiempos esta zona (Imagen 8).
La cronología de esta decoración,
es lógico deducir que sea paralela a la de la catedral de Lescar
donde su obispo Guido de Lors impulsase su mosaico. Ello fue a partir del
año 1120, fecha en que acometió la reedificación de
aquel templo.