Hay una
serie de motivos decorativos apoyados sobre la arquivolta más interior,
que aparentan ser yemas vegetales, acaso espárragos (?) por su
forma, en sucesión totalmente repetitiva a razón de dos por dovela.
En fin,
que esta portada es como una autentica sinfonía de formas y alegorías.
Uno no sabe bien a dónde mirar, qué intentar interpretar.
Es como tratar de atrapar cada una de las notas de la apoteosis final
de un concierto. Todas y
cada una de ellas cumplen su función y en conjunto proporcionan
sensaciones que escapan a mis intentos de relatarlo. Hay que ir y disfrutarlo.