El cuerpo inferior, al igual que ocurre al exterior no presenta más particularidad que la apertura a poniente del acceso a la torre y frente a ella, la embocadura del cilindro absidal (Imágenes 6 y 8). En cada uno de los encuentros de los muros, asciende columna adosada hasta la imposta de la bóveda, salvo en los laterales del ábside donde éstas se interrumpen a nivel de su embocadura, apeando en grandes ménsulas decoradas con caras monstruosas (Imagen 1). El ábside se compone de cilindro absidal centrado por ventanal derramado. Cubre con cuarto de esfera apuntado. La imposta ajedrezada es continuación de la que circunda la nave. En su embocadura, a modo de arco triunfal hay un fajón apuntado que apea por medio de ábacos decorados con motivos vegetales en sendos capiteles con sus columnas y basas sobre la bancada corrida que rodea el interior del templo.

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Los capiteles del arco triunfal son historiados. Muestran motivos relacionados con la advocación del templo. En el lado norte, escena del descendimiento de la Cruz (Imagen 7) y en el lado sur, el sepulcro vacío y las tres Marías ante él (Imagen 9). Llama la atención el hecho de que el estilo de ambos es notablemente distinto a los del resto del templo, perfectamente asimilables a un momento avanzado del románico. Estos dos, en cambio, transmiten un momento posterior en su ejecución. La composición, las figuras, su estilo... hacen raya con el resto de los vistos en el templo.