El castell d´Àger es trobava encerclat per muralles construïdes damunt la roca, que encara es conserven despres de sucessives reformes. Les últimes investigacions situent al segle IX els trams més antics d´aquesta fortificació. En aquest espai elevat i adient per al domini del territori, a la segona mitat del segle XI, el vescomte Arnau Mir de Tost decidí instal-lar-hi el seu palau i al costat de la seva residència fundà una canònica. El 1068, Arnau Mir i la seva muller Arsenda cediren el castell a l´abadia, de manera que l´abat es convertí en senyor alodial per tant de càrregues i drets senyorials. Els conflicts arrel d´aquesta donació s´allargarien durant segles entre els descendents d´Arnau Mir y l´abadia. Les escases restes que es conserven dins del recinte fortificat no es corresponen amb la importància que degueren tenir les seves construccions. Avui dia, de l´antic palau en queden ben poques evidències, ja que la canonica s´amplià progressivament en detriment de l ´espai del castell, l´element principal del qual era la gran sala o palau residencial del vescomte. (Textos tomados de los paneles informativos en Àger).

La localidad de Ager se encuentra situada al norte de Lérida, en el interfluvio de los ríos Noguera Ribagorzana y Pallaresa, aproximadamente equidistante de ambos y a la altura de Finestras. Para llegar hasta este lugar, desde Lérida hay que tomar dirección norte pasar por Balaguer y desviarse al final del mismo a la izquierda hacia Os de Balaguer. Situado en un valle transversal entre la sierra de San Miguel al sur y la del Monsec al norte, su emplazamiento es tan estratégico como espectacular. No es casualidad que en lo alto del cerro-testigo entorno al cual se desparrama su caserío medieval amurallado se situara el recinto fortificado, verdadero conjunto religioso-militar tan al uso en la edad media (Ver planta del recinto).

Así su ábside central es un verdadero cubo de muralla del lado este de la fortificación a cuyos respectivos flancos los lienzos de muralla son los testeros planos al exterior de los ábsides norte y sur de su iglesia dedicada a san Pedro (Imágenes 1, 3 y 4). En él destacan los tres ventanales derramados correspondientes a la iglesia superior, así como otros tantos bajo los mismos, aspillerados, de la iglesia inferior o "cripta". El la parte alta del cilindro absidal una serie de arquillos ciegos sobre los que corre una moldura de esquinillas, completa la exigua decoración. En los testeros planos correspondientes a las cabeceras de las naves norte y sur, apenas destacan -fijándose mucho- los ventanales aspillerados de sus niveles alto y bajo. (20 de diciembre de 2004 y 16 de diciembre de 2011).

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