LA GUÍA DIGITAL DEL ARTE ROMÁNICO

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EL ROMÁNICO
   

8.- EPIGRAFÍA

"LA HISTORIA EN LETRAS"(1/1)

 


Hemos visto en las páginas anteriores la escritura sobre soportes de piedra o sobre los acabados de las iglesias. Quizá sea la escritura medieval que más llega al gran público puesto que está a la vista del mismo en un capítulo que hoy situaríamos a medio camino entre la "publicidad institucional" y la "información gráfica". Las ideas transmitidas a través de la palabra y su representación escrita, han llegado hasta nosotros de otras formas. La escritura es en esencia un puente entre el pasado y el presente. Por ella no se pierden los hechos y los conocimientos de quienes nos precedieron. Sin ella, la humanidad estaría obligada a comenzar prácticamente de cero en cada nueva generación. Un texto escrito, un libro, es un tesoro que hay que saber apreciar en lo que vale. Supone en mchos casos poder escuchar a los muertos.

En la ceremonia de consagración de una iglesia, la palabra escrita queda como recuerdo de esa liturgia. En la época medieval era norma el hecho de depositar bajo el ara del altar junto a las reliquias de los santos a quienes se dedicase el templo un pergamino dando cuenta de la ceremonia de la consagración del templo. Ello tiene gran interés en los caso en que estas "cápsulas del tiempo" han llegado hasta nosotros dado que nos informan de la fecha de consagración del templo, el obispo que la lleva a cabo, los asistentes, etc. La espectacular imagen con que abro esta pagina corresponde a la ermita de los santos Juan y Pablo de Tella en la comarca del Sobrarbe en Aragón. Situada ante el "Puntón de las Brujas", peñasco que a buen seguro fue centro de aquelarres sincretizados por la Iglesia transformándolos en romerías y que luce como telón de fondo nada menos que el macizo de Monte Perdido y el cañón de Añisclo. Todo un espectáculo.

Pues bien, esa iglesia del Sobrarbe es la de mayor antigüedad atestiguada por el contenido de su lipsanoteca. En ella se encontró una cajita de madera con tapa practicable y en su interior reliquias y un pergamino en el que se inscribió el acta de consagración del templo. Durante algún tiempo hubo dudas de que la teca correspondiese al templo en cuestión, hasta que en 1975 el párroco D. Ricardo Benedet realizando obras en el templo para su puesta en culto, halló el bloque pétreo que contuvo la lipsanoteca. Sus medidas de 5 x 15 x 7 cm son apropiadas para recibir a esa cajita, cubrirla con una laja y formar parte de la base del altar, como era usual. Al exterior de la cajita, mediante incisiones se lee en minúscula visigótica: "Sancti Bicenti pete Sancti Simeonis ossa" (Reliquias de san Vicente, huesos de san Simeón según lectura en el trabajo sobre las lipsanotecas del equipo dirigido por el prof. A. Montaner en 2018 becado por el IEA)

La pequeña tira de pergamino que se halló dentro de la teca junto a las reliquias, se guarda en el Museo Diocesano de Barbastro-Monzón. Muestro imagen de la misma y la trascripción del mencionado equipo dirigido por A. Montaner en 2018

"Anno ab incarnacione Domini Nostri Ihesu Christi XVIIII post Ihesum millesimo dedicauit hanc ecclesia [B]orrellus episcopus ad onorem Domini Nostri Ihesu Christi et Sancti Vincenci r.7, <et> Sancti Pauli, et Sancti Antonii, et Sancti [Parsis?] et aliorum sanctorum.

Eroni presbiter, Miro archepresbiter, Eneco, Sentero, Bellaricloelles, Centulus, Galindo, Crecencis, Oto, Yscaa, Benancia, Adalus, Oro, Asnero, Oriaclia, Daco, Dato, cometesa Tota".

("En el año de la encarnación de nuestro señor Jesucristo decimonoveno tras Jesús milésimo [= 1019], dedicó esta iglesia el obispo Borrell en honor de nuestro señor Jesucristo, san Vicente R., san Pablo, san Antonio, san [Parsis?] y otros santos.

Eroni presbítero, Mirón arcipreste, Íñigo, Sentero, Bellaricloelles, Céntulo, Galindo, Crecencio, Oto, Yscaa, Venancia, Adalo, Oro, Asnero, Oriaclia, Daco, Dato, la condesa Toda")

Más recientemente ha sido restaurada la iglesia dedicada a San Esteban en Almazorre (comarca del Sobrabe, Huesca). Durante las necesarias obras de restauración a lo largo de 2008 y 2009 se descubrió un interesante ciclo de pintura mural románica en la cabecera del mismo coetáneo con la consagración de la iglesia. Ello se puede asegurar dado que también fue hallada el acta de consagración de la misma, de la que he tenido conocimiento y muestro bajo estas líneas.

Como es habitual, se trata de una alargada tira de pergamino en la que hay siete líneas escritas. Tan solo las dos últimas hacen mención al hecho histórico de la consagración del templo, mientras que las cinco precedentes repiten fórmulas vistas en otras actas. Bajo estas líneas muestro imagen de desglose de las inscripciones y su traducción. Cliqueandola se abre en tamaño adecuado para apreciar lo dicho. Comienza el texto por los Mandamientos de la Ley de Dios, numerados del 1 al 10. Después fueron escritos las palabras con que comienzan los cuatro Evangelios y por fin, la fecha de la consagración del templo: 21 de enero del año de 1131 y el obispo consagrante: Arnaldus de Huesca (Arnaldo Dodón, obispo de Huesca entre 1130 y 1134). Consagró el templo a San Esteban protomartir y depositó en la teca junto al acta, reliquias de San Juan y San Andrés. Las pinturas del ábside hacen referencia al mencionado obispo Arnaldo, certificando su datación.

Hay un detalle en el acta de Almazorre, que a mi modo de ver es interesante y que remite a las costumbres sociales de ese momento. Me refiero al final de los mandamientos de la Ley de Dios, al final de la segunda línea que muestro ampliada bajo este texto. El escriba refleja el noveno mandamiento: "Non concupisces rem proximi tui" y prosigue escribiendo "X. Non adulterabis"... pero duda, porque el adulterio ya está incluido implícitamente en la prohibición de desear "las cosas" del prójimo"... (¡...!). Así que actúa como suele cuando se equivoca: con una navajilla que todo escribano porta, raspa el signo "X" y lo coloca sobre otro raspón al final de la línea, dejando sin contenido al décimo mandamiento puesto que la próxima línea ya arranca con el comienzo del evangelio según san Mateo.

Otro acta de consagración de semejante hechura es la de la iglesia de Murillo de Gállego (Zaragoza). La muestro bajo estas líneas. Coincide en la estructura: mandamientos (aquí sin numeración), inicio de los evangelios y reserva al final los hechos concretos de la consagración realizada por Pedro, obispo de Pamplona, advocando el templo a San Salvador y depositando reliquias de san Albino, en el año 1102. Es curiosa la fórmula empleada para la data del acto, pues en vez de recurrir a los numerales hace referencia al año del ciclo solar, concurrente, epacta y luna en un verdadero alarde astronómico usual para determinar con precisión la fecha de Pascua.

Las obras de restauración llevadas a cabo en muchas iglesias han permitido recuperar las lipsanotecas que no se hubieran perdido por otros motivos. Todavía hoy es posible hallar actas de consagración en algunos templos poco "tocados", como es el caso del mencionado de Almazorre. Pero lo que no esperaban los restauradores era la sorpresa de hallar bajo el renovado altar central de Muro de Roda las actas de consagración del templo, tanto la original como la de su restauración. En una de mis visitas a Roda, el propio Luis Acín me indicaba el lugar exacto (señalado con un punto amarillo) bajo el ara donde apareció la lipsanoteca. Bajo estas líneas lo muestro, así como el acta de la primera consagración, restaurada, que presenta importantes pérdidas de sustancia.

Otro acta semejante en hechura es la de Villarué en la Ribagorza (bajo estas líneas). Muestra la estructura ya vista : Mandamientos, Evangelios y datos de la consagración.

Hasta ahora hemos visto a la letra escrita como vehículo de información no accesible puesto que una vez depositadas bajo el ara del altar, las actas de consagración no deberían de ser extraídas para ser consultadas de modo habitual. Otra cosa distinta son los documentos generados para ser leídos y consultados dando fe de unos hechos, o transmitiendo ideas para la posteridad. Bajo estas líneas muestro una de las copias de las actas del Concilio de Jaca de 1063 (Un falso de época), copia que se conserva en el archivo de la catedral de Huesca. Además del texto se incluyeron imágenes iluminadas del rey Ramiro I y de su hijo y sucesor Sancho Ramírez, así como algunos de los obispos y abades supuestamente asistentes.

También procedente del archivo de la catedral de Huesca es esta bula del papa Gregorio VII fechada en el año 1073. Por ella el pontífice liberaba al rey aragonés Sancho Ramírez de los diezmos referidos a las conquistas que hiciese en tierra de sarracenos.

Muestro en detalle el signo papal del pontífice Gregorio VII

Otro interesante documento por las firmas que reúne así como los títulos reconocidos por sus subscriptores, es el mostrado bajo estas líneas. Lo encabeza Raimundus, conde de los barceloneses y príncipe del reino de los aragoneses y lo suscriben él mismo con en título de conde Raimundo y Petronila reina de los aragoneses y condesa de los barceloneses. Ramón Berenguer IV y Petronila de Aragón firmando documentos reales como lo que son y en virtud de lo que ostentan. Historia que ahora algunos tratan interesadamente de falsear haciendo creer a la gente que desea creerlo que las cosas no fueron como dicen las letras escritas por quienes hicieron la historia en primera persona.

Ramón Berenguer IV, conde de Barcelona y príncipe de los aragoneses y Petronila reina de los aragoneses y condesa de los barceloneses tuvieron un hijo que reinó en los territorios fusionados por el enlace de ambos. Hablo de Alfonso II, primer monarca de la Corona de Aragón cuyo retrato dibujado muestro bajo estas líneas en un documento de confirmación de privilegios del archivo de la catedral de Huesca del año 1174. Lo encabeza como "Yo Alfonso por la Gracia de Dios, rey de los aragoneses y príncipe de los barceloneses.." En toda la documentación de la cancillería real del reino y de la Corona de Aragón ha sido así. Y solo hay que leer lo escrito por los reyes de Aragón, que fueron, entre otras cosas condes de Barcelona. Hablar de reyes de Barcelona... o de Cataluña (concepto inexistente entonces, al igual que el de España) es muestra de una "soberana" estupidez o de una desmedida mala fe ignorando lo que la historia escrita por sus propios personajes nos cuenta a través de tantos documentos.

Afortunadamente esas "cápsulas del tiempo" que son tanto las lipsanotecas como los documentos suscritos por los hombres que hicieron la historia en primera persona están a nuestra disposición para que ellos mismos nos digan quienes fueron y que hicieron antes que el fútbol, las tertulias de gritones y los provincianismos excluyentes tomaran carta de naturaleza. Algunas de ellas podéis verlas aquí. Disfrutadlas.



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