EL ROMÁNICO |
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7.- EDIFICACIONES CIVILES
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Los reyes y nobles,
ocupados en acciones bélicas de reconquista, solían tener como
residencia torres militares adaptadas a tal fin. Con la estabilidad, en
un momento avanzado surgen algunos bellos edificios como el palacio real de estella
(Navarra), sobre estas líneas. Las formas edificativas
así como la decoración, difieren poco -en lo general- de lo
visto en los templos de ese momento. Arcos de medio punto, vanos múltiples,
canecillos y capiteles decorados.
Uno de los más celebrados
capiteles de este palacio es el que narra el combate singular entre Roldán
y el gigante Ferragut, al que solo se podía vencer clavandole una lanza
en el ombligo, su punto débil. Y así se representa en el capitel
que muestro sobre estas líneas, en cuya parte alta se epigrafió una leyenda
que certifica lo dicho.
Canecillos decorados sustentando
el alero y capiteles al modo clásico con columnas y basas áticas.
Todo en el más puro estilo románico avanzado.
En este sentido, el ejemplo de Segovia es
excepcional. Las edificaciones románicas existentes en la misma,
palacios y viviendas nobles, nos sorprenden por infrecuentes. Un inteligente plan de localización
y conservación se ha llevado a cabo sobre las mismas. Como ejemplo muestro bajo estas líneas algunas de las portadas del barrio de los canónigos.
Conocí esta inusual arquitectura civil románica gracias a D. Antonio Ruiz Hernando, que nos impartió
una magnífica charla al respecto, documentada en el capítulo
"La arquitectura doméstica en el medio urbano: el ejemplo
de Segovia" y publicada el el libro de ponencias "Significado
y función del edificio románico" correspondiente
a los cursos de la Fundación Santa María la Real (Aguilar
de Campoo-Palencia) de 2005.
Considerando la escasez
de edificaciones civiles es por ello más celebrado el que hayan pervivido
algunas hasta nuestra época. No muy distante de la bella iglesia
de Artáiz (Navarra) en una pequeña vaguada, se halla la fuente-aljibe
de este lugar, obra sin duda románica. Su acceso se efectúa
a través de una pareja de vanos geminados al más puro estilo
románico.
La cámara del aljibe cubre con bóveda de medio cañón
destacando en sus paramentos grandes ménsulas que debieron servir
para sustento de la cimbra o para apoyar estructura de madera sobre el aljibe,
o para ambas cosas.
Otra excepcional edificación
románica la hallamos en Iracheta (Navarra). Se trata de un hórreo
en el que la población guardaba su grano. Granero colectivo, obra
tan "comunal" como el propio templo. Uno procuraba alimento corporal
y el otro espiritual a la comunidad.
Su cámara se halla
en altura, elevada sobre arcos de medio punto de bella hechura, con marcadas
impostas que sirven a la función de evitar que los roedores accedan
al grano a la vez que lo alejan de la humedad del suelo. Mechinales edificativos, fábrica románica. todo
en la más pura ortodoxia edificativa.
La expansión del
verdadero movimiento paneuropeo que tuvo lugar en este periodo precisó
de obras civiles a fin de salvar los cursos fluviales que el Camino cruzaba.
Vías de peregrinación favorecidas por reyes y nobles, cauces
de difusión de cultura y religión. Puentes que unen orillas
para alcanzar la meta deseada, allá donde acaba el mundo.
El puente de Puente la Reina, en Navarra,
es un magnífico ejemplo de esta forma de hacer al servicio del Camino
de Santiago.
Y en Castilla, el impresionante
puente sobre el Duero a juego con la magnitud románica de esa ciudad
casi imposible de acabar de conocer por completo. Tal es su cantidad y calidad
de monumentos románicos.
Bajo estas líneas,
el puente de Capella (Huesca) sobre el río Isábena. Uno de
los más bellos puentes medievales de Aragón. Contemplar desde
lo alto de su lomo las aguas turbulentas tras la tormenta es una experiencia
inolvidable. En el otoño de 2006 la compartí
con los responsables del equipo de TVE (sobre el puente) que produce la
serie "Las Claves del Románico" mientras les acompañaba
en las tareas de localización de escenarios para la próxima
temporada de la serie de "Peridis". Todo un lujo.. Románico.