|
La primera de las dependencias que visitamos
tras acceder al monasterio y abonar los dos euros con que se contribuye
al mantenimiento del mismo, es el claustro gótico. Se adosa al
lado norte del templo y su luz mide unos veinte metros de lado. Cubren sus crujías
por medio de bóvedas de crucería con nervaduras de sección
trebolada y rosetones decorados bajo las claves (Imagen 2).
1
En el muro lateral del
lado este, junto a la puerta de los monjes que da acceso al templo podemos
apreciar un par de cámaras funerarias (hoy vacías) que guardan
alguna policromía (Imágenes 1 y 2). Al
parecer pertenecieron a los condes de Molina y a Don Pedro Manrique (la
del rosetón). En la galería
oriental del claustro, donde abriera el acceso a la desaparecida sala
capitular, podemos contemplar la imagen gótica de la virgen, esculpida
en piedra y policromada
23
54
Los vanos apuntados de
comunicación entre crujías y patio del claustro fueron parcialmente
rehechos en 1659, añadiéndose los arcos de medio punto remontados
por óculo; y más adelante, en 1768 se cerró con sillería
la porción inferior de estos vanos, abriendo en ellos algunos ventanales
cuadrados que le aportan su actual aspecto (Imágen 4).
67
Sobresale por encima
de la galería superior de la crujía norte el rosetón
que decora el refectorio de los monjes. Realizado sobre una elaborada
portada que veremos más adelante, imita la decoración del
hastial de poniente del templo (Imágenes 5 y 6). En las imágenes
7 y 8 vemos desde el claustro la torrecilla que se alza sobre
el brazo norte del transepto.
89
Los espacios ojivales
del muro claustral delimitados por el apeo de las nervaduras de sus bóvedas
estuvieron decorados por lienzos que a ellas se adaptaban. En la actualidad
solo que da uno (Imagen 9) que representa a monjes cistercienses
atendiendo a caballeros tras el juego del torneo al que tan aficionados
eran según reza una inscripción al pie del lienzo (Imagen
9).
1011
Tras este claustro gótico,
llamado "de los caballeros" por los enterramientos que en él
hubo se sitúa más a poniente un segundo claustro, renacentista,
en cuyo centro figuran las estatuas de los santos Martín de Finojosa
y Rodrigo Jiménez de Rada (Imágenes 10 y 11).