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La iglesia monástica
es un magnífico edificio de tres naves situado en el ángulo
sudeste del conjunto. Mide 67 x 40 metros y la anchura
de sus tres naves es de 20 metros. Cifras realmente importantes que sobrecogen
e impresionan al penetrar en su interior por su sencilla grandiosidad. Cinco parejas de pilares
cruciformes de gran sección segmentan a las naves en otros tantos
tramos. En la nave central, fajones apuntados doblan los pilares desde
grandes ménsulas de cinco rollos. Y en cada tramo la bóveda
de crucería completa la decoración (Imagen 1).
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Las naves laterales reciben
un tratamiento más discreto, siendo sus bóvedas de arista
(Imágenes 2 y 4). A los pies del templo y ocupando
los últimos tramos de las naves, se alza un coro pétreo
en el que hallamos el órgano datado hacia 1633. Una reja de cuidadosa
ejecución cierra el espacio bajo el coro, en donde se halla el
cenotafio que contuviera los restos de Rodrigo Jiménez de Rada,
arzobispo que fue de Toledo y que por su voluntad quiso ser
enterrado aquí. Participó en la batalla de las Navas de Tolosa y fue
importante personaje de la historia medieval de Castilla. Los ricos y bien conservados
ropajes de su momia
pudimos verlos en la exposición "La Edad de Un Reino"
(Pamplona 2006), de cuyas actas procede la imagen enlazada.
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La nave transepto es
de gran altura y elegancia y a ella desembocan las naves desde poniente
y abren los ábsides al este. Cubre por medio de bóvedas
de crucería delimitadas por fajones apuntados que arrancan desde
pilastras en en crucero y desde semicolumnas adosadas centrando los brazos
laterales (Imágenes 5, 8, 9 y 10).
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Los vanos de separación
entre nave central y laterales son de diferentes perfiles. Podemos verlos
de medio punto y también apuntados (Imagen
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A los brazos del transepto
abren los cuatro absidiolos laterales por medio de vanos doblados y apuntados.
Es en esta zona donde hallamos semicolumnas adosadas, en vez de las más
extendidas pilastras (Imágenes 11 y 12)
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