CAPITELES DE LA PANDA OESTE
(Segundo Maestro de Silos)
A pesar de su relativo deterioro, el capitel central de la panda oeste -número 40- alzándose sobre las columnas torsas en un ejercicio de vanidad escultórica, es una pieza bella e interesante. En sus caras se representan consecutivamente la entrada triunfal de Cristo en Jerusalén, el lavatorio de pies a los discípulos y la Última Cena.
1
El estilo escultórico sigue siendo el mismo que en el del ciclo de la Natividad ya visto. Esculturas detallistas, muy reales y de marcado bulto que sorprenden en su parecido con las ya mencionadas del claustro de Tudela (comparar con las imágenes 4 y 8).
234
Las imágenes 2 y 4 muestran la Última Cena, en la que Cristo y los discípulos se hallan en pie tras una alargada mesa en la que destacan los cuidados pliegues de su mantel. Cristo ofrece un bocado a Judas. En la imagen 3, la entrada triunfal en Jerusalén sobre una mula, bajo la que a pesar de su deterioro, se advierte el perfil de su pollino.
567
En los detalles de las imágenes 5 a 8 y 11 muestro los cuidados rasgos de las caras de apóstoles y Cristo -representado sin nimbo crucífero- que como decía los relacionan con el modo de esculpir que podemos encontrar por el territorio navarro-aragonés.
8910
El capitel 39 del claustro (Imágenes 9 y 10) corresponde por labra y forma de cesta al segundo maestro; pero evoca modelos de su antecesor. Aquí esculpe dos monstruos de desproporcionado cuello, sin relación con lo hasta ahora visto en los rostros de las fieras antiguas a pesar de que sus cuerpos, plumajes y forma de ser enredados sean similares a los anteriores. En las diferentes caritas de los monstruos, hay una expresión que me produce vértigo, porque en ellas intuyo ya a las fieras de los modillones de un escultor que en Aragón será conocido como "el maestro de Agüero"
11