Bajo el alero del ábside restante así como del tramo visible de la girola hay una serie de canecillos, por lo general en un deficiente estado de conservación. La pieza del alero estuvo decorada con motivos a base de monstruos afrontados, como puede todavía advertirse en la imagen 2. Destaco el canecillo del lienzo central absidal (Imagen 1) que muestra a un perro portando una piedra en la boca. Según Jaime Cobreros, "El perro representa al compañero constructor y la piedra que transporta es la piedra que le ha hecho recoger el maestro para trabajarla y construir así la Jerusalén celestial. "

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Coronando los contrafuertes del ábside hay dos elementos decorados a mitad de camino entre canecillo y capitel. De mayor volumen que aquellos pero de hechura prácticamente cuadrada. En el del lado norte, vemos un águila que sujeta lo que parece serpiente enrollada en los laterales a modo de adorno (Imágenes 12 y 13). El correspondiente al del contrafuerte sur ha quedado "descolgado" y sin función a causa de la modificación de la pilastra para ganar ancho al angosto vial. Parece representar a un personaje tras una mesa flanqueado por otros dos más pequeños, ¿Quizá Epulón? (Imagen 8)

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