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La cabecera del templo es la zona de
mayor antigüedad del mismo. Se comenzó a edificar hacia
el año 1109 de forma rotunda y decidida y con un gran dominio sobre los grandes
volúmenes. Alzada sobre triple cripta y armada
con arenisca veteada de tonos rojizos ("arenisca sangrante")
su aspecto es sin lugar a dudas monumental. Los cilindro absidales continúan
en altura a las respectivas criptas por medio de lienzos lisos sin otro
motivo que destacar que las interminables semicolumnas adosadas que
desde su arranque alcanzan las respectivas cornisas. En el ábside
central hallamos dos semicolumnas mediales y otras dos laterales compartidas
con los ábsides laterales a los que sirven de articulación.
Mediante ellas se configuran dos alargados lienzos en cada ábside
lateral y tres en el central.
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Es a nivel de los ventanales donde los
sobrios paramentos reciben su decoración: molduras en tres niveles
decoradas por medio de un repetitivo elemento a modo de florón
inscrito en círculo que también se halla en la decoración
de sus cornisas. Las molduras corren a nivel de la base
de los vanos, de la prolongación de sus ábacos y por encima
de ellos en el lugar teórico del arranque de las respectivas bóvedas.
Comoquiera que las tres cabeceras van precedidas de su presbiterio y que
el correspondiente a la central en de mayor profundidad, alcanzando el
saliente de los ábsides laterales, la proyección hacia a
delante del cilindro central es notable.
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A nivel de la cornisa la austeridad de
los largos ábsides se cambia en explosión de elementos decorativos.
Canecillos de variada temática y capiteles vegetales coronando
las semicolumnas junto a la decoración ya mencionada de la cornisa,
componen un variado muestrario escultórico.
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Los vanos de la cabecera son de medio
punto dovelado, con dos arquivoltas en los centrales y una en los laterales.
Todos ellos reciben una columna decorada con capitel y basa, y ajedrezado
jaqués en sus respectivos guardapolvos. Los del ábside central
poseen una gran amplitud del vano a diferencia de los laterales que son
de mayor angostura. La decoración de los capiteles
es variada, seres mitológicos y motivos vegetales. En algún
caso la moderna perfección de los mismos apunta hacia la mano del
restaurador (Imagen 10).
Adosada al lado sur del templo se edificó
en el siglo XIV una galería porticada, que debió de ser hecha
al modo clásico castellano y que lo fue en un estilo más
"moderno" que desdice del conjunto del templo (Imágenes
13 y 14).
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Tras la galería meridional, el
muro de la nave muestra pilastras-contrafuerte que señalan al exterior
los tramos de la nave y entre ellas vanos hechos al modo de los vistos
en la cabecera del templo. La sirenita de doble cola, a pesar de su deterioro,
es uno de los curiosos motivos decorativos de los mismos (Imagen
17).
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