En
la imagen 1 vemos el canecillo de la mujer
desnuda representada con gran realismo. En otras ocasiones el artista
apenas esbozaba un par de sobrios orificios naturales; pero en este caso
el naturalismo llega al extremo de señalar incluso el pliegue abdominal
inferior. En cambio
la cara no se corresponde a lo visto. Más parece un hombre por
sus rasgos andróginos. Faltan brazo y pierna derechos por efecto
de lapidarios iconoclastas a quienes no debía de parecerles adecuado
lo que otros esculpieron. La vieja historia de siempre.
Las imágenes
2 a 4 muestran diversos ángulos del mismo canecillo: Un monstruo
con cara a medio camino entre león y babuino devora a un personaje
que se aferra a un palo para demorar lo inevitable. La escena se completa
con una extraña circunstancia: del oído derecho del devorado sale
una serpiente que muerde a la fiera, mientras que del oído izquierdo de
ésta surge otra mayor que hace lo propio con el desdichado ser.
Círculo vicioso de mordiscos y muerte en el que nadie gana. Otra probable interpretación de la escena pudiera apuntar hacia el ciclo muerte-resurrección y lo que estamos viendo es el resurgimiento de un alma, en este caso malvada por que de ella brota el mal (la serpiente) que va a "inspirar maldad al oído de la fiera...