EL ROMÁNICO |
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4.- ETAPAS DEL ROMÁNICO
A) - Estilos de Arte Románico |
a-4) El Románico del
Gállego (3/5) |
Muy próximo a Lárrede,
un poco al norte siguiendo la pista asfaltada hacia Biescas, hallamos el
templo de San
Juan Bautista de Busa. Su estampa, aislado en medio de un prado y con la peculiar
forma de su cubierta, lo asemeja a un barco varado. Quienes
lo edificaron tomaron modelo o aprendieron junto con los avezados constructores
de Lárrede.
Similares planteamientos pero con peor técnica que les hizo recurrir
a la prudencia y renunciar a abovedar, ni siquiera la cabecera. De ahí
el recrecido sobre la misma y la única cubierta a dos aguas. Su portada
es de falsa herradura, también rehundida en alfiz. Difiere de todos
los demás ejemplares en que sus dovelas exteriores muestran una somera
decoración a modo de palmetas simuladas por un trazo continuo deferencial
que alberga en las sucesivas concavidades lo que se ha interpretado como
una oración islámica. Para Enríquez de Salamanca sería
una inscripción en caracteres cúficos que reza: "la ilaha
illa Allah": "No hay (otro) dios que Alá "; aunque la opinión del profesor Fernando Galtier es que no son sino palmetas decorativas que vendrían a corroborar la existencia de esa decoración en Jaca de la cual ésta sería deudora. Hay
un pequeño símbolo espiroideo en la dovela a derecha de la
clave, que si os fijáis la próxima vez que visitéis
el templo, se repite en la pieza que forma el quicio de la puerta sobre
la que pisamos al entrar.
Satué
y Oliván
son otros dos templos típicos de esta variedad del románico
altoaragonés. El primero se ha considerado como el ábside
más perfecto de todos los edificados por estas gentes (abajo a la
izquierda). Oliván cuenta con torre adosada al costado norte y su
muro sur se demolió, sustituyéndose por un gran arco formero
de comunicación con la nave sur añadida. En esta obra desapareció
su portada original.
Sobre
una elevación poco al sur de Oliván dominando el cauce del
Gállego se halla la población de Susín.
Merece la pena solicitar permiso en el ayuntamiento de Biescas para utilizar
la pista restringida que conduce al sobrepuerto y que permite acceder hasta
muy cerca de Susín. Paisaje sereno y espectacular. Caserío
semiabandonado y templo soberbio al que en un momento tardío se invirtió
la orientación litúrgica utilizando la cabecera como sacristía,
soporte de torre y acceso al coro. Pero afortunadamente se conservó
(abajo izquierda). El pequeño ventanal presbiteral,
rehundido en alfiz, es de ruda belleza, como se puede advertir en la fotografía
del mismo (abajo a derecha). Abundantes marcas y símbolos burilados
en los sillares de esta cabecera, entre ellos un arcaico crismón
rotado, nos hablan de reutilización de elementos de un templo anterior, probablemente hispanovisigodo.
A bastante distancia del
núcleo de Lárrede, casi treinta kilómetros al sur,
se halla Ordovés
(abajo izquierda) ya en la rivera del río Guarga. Sus hechuras arcaicas
y el notable peralte en planta de su ábside hicieron que Durán
Gudiol lo asimilara a uno de los más antiguos del grupo al que en
realidad no lo une nada más que el friso de baquetones de piedra toba que hallamos semiocultos
bajo el alero absidal.
Un templo al que hay que
considerar con mucho detenimiento y cuidado es San
Bartolomé de Gavín. Hay que circular desde Biescas en
dirección a Ordesa por el puerto de Cotefablo. Un par de kilómetros
más allá de Gavín, a la salida de un túnel se
cruza puente sobre el barranco de San Bartolomé. Nos desviamos a
la izquierda por pista asfaltada y en un kilómetro llegaremos a este
lugar. La nave del templo estaba arruinada siendo
la actual mayoritariamente obra rehecha por vecinos del pueblo y por "Amigos
de Serrablo". La torre, que se adosó al primitivo templo,
es la original del mismo.
Digo que hay que pararse
y prestar atención a este templo porque su planta lo relaciona con
los templos arcaicos de esta zona (Asprilla,
Santa
María y San
Juan de Espierre, San
Bartolomé de Bergua y San
Blas de Broto) que se remontan al último tercio del X. La torre
se edificó posteriormente poco después de acabado el templo
y su porción inferior es cronológicamente muy similar a aquél.
Solo hay que ver la comunicación entre torre y templo (abajo derecha),
para comprender que es de la misma hechura que los vanos de acceso de los
mencionados. Arco de herradura de gran belleza acrecentado por su tosquedad
que nos transporta no a lo mozárabe sino a lo hispanovisigodo. Y
bajo ella las impostas biseladas que veremos repetidas, remedándolas,
en los templos del Gállego.
Otra característica
exclusiva de esta torre es la decoración existente entre dos molduras,
bajo el último tramo. Allí se dispusieron unos adornos a modo
de roscas compuestos por dovelas en forma de cuña, dejando un pequeño
vano central. Y las enmarcaron con baquetón dispuesto de modo vertical
en los laterales. Baquetones verticales, otro punto de enlace con lo que
se difundirá por la zona. Bajo el alero, ya hallamos el friso de
baquetones, que de ser cierta mi intuición, sería el primero
del románico del Gállego. El cuerpo
superior de esta torre da la sensación de ser ya "Larredense".
Y visto lo anterior, así como su rudeza y tosquedad de sus vanos,
me atrevo a creer que estamos ante el "interfase" entre dos momentos
edificativos que aquí cuaja en este modo de hacer específico
de las iglesias del Gállego partiendo de un modelo hipano-visigodo
y llegando a experimentar lo que después se repetirá en el
resto de los templos de la zona. Así pues, la arquitectura de este templo nos está indicando que estamos ante el "eslabón" que une el arte hispano-visigodo con el larredense.