EL ROMÁNICO |
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4.- ETAPAS DEL ROMÁNICO
A) - Estilos de Arte Románico |
a-4) El Románico del
Gállego (4/5) |
Gavín es un pueblecito
pequeño que no para de dar sorpresas por su riqueza románica.
A él pertenece la torre del templo de San Bartolomé, en la
que he creído ver el interfase entre dos momentos edificativos en
el románico del Gállego. También el recién descubierto
monasterio
de San Pelay situado enfrente del pueblo, al otro lado del barranco
en la partida que lleva desde siempre ese nombre. Creo que también
aportará datos para encajar estos momentos. En
el núcleo de la población también había románico
y del bueno. ¡Maldita guerra. Malditas todas guerras! La del 36 destrozó
su parroquial. Lo que de ella quedó fue trasladado al parque de
Sabiñánigo por la Asociación de Amigos de Serrablo.
Nada más ni nada menos que su cabecera. Emblemática y todavía
altiva. Bajo estas líneas os contempla. A la
vista de cómo está siendo tratada por vándalos grafiteros
en su ubicación en Sabiñánigo, me sumo sin dudar a
la idea de que debe de ser reintegrada a la localidad de Gavín donde
fue edificada y donde estoy seguro que recibirá mejor trato y menos vandalismo.
También San
Pedro de Biescas fue de esta hechura. Pero por el mismo motivo, desapareció.
La reconstrucción borró ya los símbolos edificativos
del románico del Gállego.
Siguiendo el curso del
Gállego, río abajo y antes de que se represa en La Peña,
hay en sus proximidades una ermita dedicada San
Juan Bautista. Se halla a cosa de un kilómetro al oeste de Rasal
sobre un altozano desde el que luce orgullosa sus arcuaciones ciegas coronadas
de friso de baquetones, lanzando al aire su mensaje a todo aquél
que sepa escucharlo. A mi me llegó no solo desde el exterior, sino
desde su abandonado interior. Bajo un manto de encalado en su ábside
descubrí en 2003 que aflofraba pintura mural inédita de la que "asoma
la patita" el León de San Marcos (Abajo izquierda y derecha).
Denuncié el hallazgo a los responsables de
Cultura. Se organizaron romerías-reivindicativas dos años
sucesivos y al final la ermita, que amenazaba ruina, se consolidó.
Ya no se cae. Ya no se deteriorará más lo que haya bajo el
encalado. Ahora queda restaurar estas pinturas todavía más
interesantes por constituir la única manifestación pictórica
"in situ" en este reducido grupo de templos. Pero
"las cosas de palacio van despacio" y en esta guerra los políticos
no ganan méritos ni votos... Habrá que esperar pero no olvidar.
(Noticia
y datos del inicio de la restauración interior. Junio 2014)
En la actualidad sabemos que la decoración pictórica del abside es posterior a época románica. En la mandorla apareció un ainfrecuente imagen de "Paternitas", probablemente del XIV.
Todos los momentos culturales
tienen un arranque, una fase álgida y una de decadencia. En el románico
del Gállego también sucede esto. Así hallamos ejemplares
tardíos, como el de Isún
(Abajo izquierda) edificado al modo larredense pero con unas maneras de
hacer que no alcanzan la perfección de los primeros edificadores.
Y más tarde, templos como el de Lerés
(Abajo derecha), que conservando los baquetones emblemáticos, interpretan
ya en clave lombardista su ábside. Desaparecen las lesenas y los arquillos
son apeados en ménsulas.
Otros dos templos en que
pasa a primer plano lo lombardo son Banaguás
y Larrosa.
El primero conserva alguna lesena medial; pero la mayoría de sus
arquillos apean en ménsulas. La dobladura lombarda de su vano, refuerza
las conexiones entre ambos estilos.
Muy distante del foco inicial
de este estilo pero con las características de su momento tardío
hallamos a San
Andrés de Nasarre. Treinta kilómetros al sur de Lárrede
en línea recta. Arquillos ciegos sobre ménsulas y friso de
baquetones que en este templo -y solo en él- aparecen decorados con
sogueados.
A su lado (abajo a derecha),
la cabecera de Otal,
población deshabitada en el sobrepuerto de Biescas, que requiere
de una importante caminata para poder disfrutarla. Fue edificada al modo de
Lárrede pero ya en un momento avanzado, con signos de evolución.
Nueve son sus arquillos ciegos, cuando lo habitual en el "tipo"
son cinco o siete a lo sumo. Y tres vanos. Merece la pena el esfuerzo para
apreciarla. (En la actualidad hay una pista -restringida- practicable con 4x4 que desde la boca oriental del tunel de Cotefablo permite acceder hasta la misma iglesia).
Todavía
hay una ermita distante del lugar de ¿origen? del románico
del Gállego. Se trata de la ermita de Santa
María de Sescún. Se halla a unos treinta kilómetros
al sureste de Lárrede y ocho en línea recta de Santa Eulalia
la Mayor, desde donde se accede. Está situada en la sierra Gabardiella
entre los pantanos de Belsué y Vadiello y enmarcada por unos paisajes
realmente espectaculares. Se halla en medio de la nada y olvidada. Fue consolidada
por "Prames" en una campaña de "restauración
de ermitas de difícil acceso" y gracias a ello está todavía
allí.
Los baquetones del friso
no son sino lajas de piedra colocadas a tizón sin haber sido labradas
para darles la forma redondeada. Los modos edificativos son toscos; pero
están presentes todas las características que definen a este
estilo peculiar: arquillos ciegos sobre lesenas que arrancan de zócalo
corrido, friso de baquetones entre sendos zócalos, presbiterio atrofiado.
Lamentablemente no se conserva el muro donde estuvo la portada. Hubiera
sido magnífico haber hallado una herradura de tradición visigoda
para poder afirmar que fue previa a sus "hermanas mayores". Cronológicamente
es el único lugar de esta corta serie del que se tienen constancia
documental. Durán Gudiol cita que "el 15 de diciembre
de 992 el presbítero Mancio lego en testamento al monasterio de San
Úrbez de Nocito propiedades en Sescún, San Saturnino, Onás
y Villobas". Este templo fue descubierto
por montañeros de Peña Guara y dado a conocer Por Adolfo Castán
y Carlos Escó en la década de los 60 del siglo pasado.