5-c) Bóveda
de crucería simple.-
Estas bóvedas
son derivadas de las de arista, con la característica de reforzar
sus aristas con nervios. Y el apelativo de "simple" hace referencia
a que solo se refuerzan dos nervios diagonales.
La estructura final de
la nave así fabricada es una sucesión de tramos de bóvedas
de arista en cuanto a su funcionalidad. Y por tanto muy fiables en lo
tocante a estabilidad. Las nervaduras, como ya se indicó, vienen
a acabar el aspecto estético del conjunto sin que aporten per
se mayor sustento a la bóveda. Es una forma adoptada por los
cistercienses en la resolución de sus templos. Abajo a la derecha
vemos la nave central de Fitero (Navarra), el primero de los monasterios
cistercienses en nuestro país.
Y la misma solución
de bóvedas de crucería adoptan en sus salas capitulares.
Abajo vemos la del monasterio de Fitero. A diferencia de lo visto en una
nave en que se suceden linealmente las bóvedas, aquí las
mismas se adosan una al lado de otra a modo de casillas de un tablero
con la particularidad de que apean por medio de delicadas columnas obligando
a los constructores a equilibrar estrictamente toda la estructura de la
sala para que esta se sustente.
5-d) Bóveda de media
esfera o cúpula.-
La cúpula o bóveda
de media esfera es la forma habitual de cubrir el crucero de los templos
con planta de cruz. En el mismo, sobre el cuadrado delimitado por los arcos
torales, se da paso al octógono por medio de trompas. Sobre este
polígono se apean las primeras hiladas circulares de dovelas de la bóveda.
A partir de aquí con ayuda de una adecuada cimbra, dovelas con
estereotomía adecuada y el uso del mortero de cal tras asentar
la clave, se asientan bóvedas perfectas. Bajo
estas líneas a izquierda, la bóveda del castillo de Loarre,
montada sobre un sistema doble de trompas de influjo oriental a imitación
de pechinas. A su lado la cúpula de Santa Eufemia de Cozollos en
Palencia. En ella del octógono se da paso al polígono de
dieciséis lados merced al uso de ménsulas situadas en los
ángulos del octógono y en las que apean lados de menor tamaño
También estas bóvedas se
pueden decorar con nervaduras, en ocasiones dispuestas de modo tan bello como
el empleado en Torres del Río (Navarra) -abajo a izquierda-, o
en modo más sencillo como en Eunate (Navarra) a su lado.
Y un paso más
allá en la edificación de bóvedas de media esfera
es la construcción de bóvedas gallonadas. Bajo estas líneas
la de la catedral de Zamora, magnífica, dotada de dieciséis
columnillas de las que surgen nervaduras que convergen en la clave y entre
las que se crearon los gallones. Y toda la obra erigida sobre pechinas,
al modo bizantino muy probablemente importado por Templarios desde Tierra Santa .